Las investigaciones del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), a punto del colapso por los recortes en personal y presupuesto impulsados por la Generalitat, alertaron en 2002 de una intensificación de las inundaciones en Centroeuropa.

Decenas de miles de alemanes, húngaros y checos fueron evacuados ayer tras las peores inundaciones registradas en la región en la última década en las que han muerto al menos doce personas.

Las investigaciones desarrolladas por el CEAM a partir de 1995 para explicar la pérdida de tormentas en el litoral mediterráneo permitieron descubrir la existencia de "lazos de retroalimentación climática" capaces de generar perturbaciones de ámbito regional como el incremento de las inundaciones en Centroeuropa.

Millán Millan, que ha sido director ejecutivo del CEAM desde su fundación en 1991, recordaba ayer que en enero de 2002, las conclusiones de estas investigaciones fueron presentadas al Grupo Asesor responsable de asignar los fondos del 6º Programa Marco de Investigación de la Unión Europea.

"El informe estaba avalado por trabajos previos del CEAM financiados por la Unión Europea pero a algunos les debió parecer una curiosidad, casi una extravagancia. Seis meses después, en agosto, Centroeuropa sufrió las peores inundaciones que se recuerdan y nuestro trabajo se vio de otra manera", recordó Millán.

Las crecidas del Elba y el Danubio mataron a docenas de personas y causaron daños materiales por valor de miles de millones de euros en la República Checa, Austria, Alemania, Eslovaquia, Polonia, Hungría, Rumanía y Croacia. Hacia 200 años que no se había producido un fenómeno similar y nunca en verano.

Según apuntaba entonces el CEAM, el incremento de las inundaciones catastróficas en Centroeuropa podría estar relacionado con fenómenos más locales como el descenso de las tormentas en la fachada mediterránea. "Ninguno de estos procesos pueden simularse en los modelos climáticos actuales", escribía en 2002 Millán Millán. Todavía en 2007, el 4º Informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) hablaba de un previsible "aumento de sequía en el Centro y Este de Europa" que se halla muy lejos de la realidad actual.