Los, por así llamarlos, "països socialistas" no solo comparten lengua y, en buena medida, historia y cultura. Cataluña, Valencia y Baleares tienen ejes vertebradores de índole económica, que van desde el tejido empresarial o los intereses compartidos en infraestructuras hasta el impacto de la corrupción, con personajes como Iñaki Urdangarin que ha operado en este triángulo territorial. Y si hay un común denominador ese es el maltrato que sufren por el sistema de financiación autonómica.

Estas comunidades vendrían a conformar el club de los nuevos pobres o los ricos venidos a menos. El líder del PSPV, Ximo Puig, y sus homólogos catalán, Pere Navarro, y balear, Francina Armengol, sellaron ayer un frente común para reivindicar una mejora de la financiación y más inversión. En este segundo punto, considerando las aportaciones per cápita, Baleares es el farolillo rojo, la Comunitat Valenciana, tercera por la cola y Cataluña, la cuarta por detrás. Y en financiación por habitante, Baleares y Valencia comparten el último puesto. En su reunión de ayer en Palma, los tres se conjuraron para defender estas posiciones ante el Gobierno central y llevar sus propuestas a la reunión del Consejo Territorial del PSOE -encuentro de los barones del partido- que se celebrara en Granda el 6 de julio.

En esa cita, PSPV, PSC y PSIB defenderán sendos documentos en los que abogan por una reforma del Estado en línea federalista. Puig remarcó la necesidad de poner en valor el arco mediterráneo. "España tiene que mirar hacia el Mediterráneo para salir de la crisis", proclamó. Instó a los gobiernos de las tres comunidades a "trabajar conjuntamente y construir un espacio de colaboración más potente, puesto que tenemos muchas cosas en común". El líder del PSPV destacó que además de un "déficit de financiación compartimos un déficit de intraestructuras importante, como es el Corredor Mediterráneo". Para concluir la necesidad de "unir en la igualdad entre territorios, justo lo contrario de lo que hace la derecha del PP".

El secretario general del PPCV, Serafín Castellano, acusó a Puig, de "disfrazar de reivindicación los desprecios que hace a la Comunitat Valenciana".