El colectivo Moscas de Colores, que agrupa a personas de diversos puntos de España y de otros países europeos, ha decidido utilizar el humor para desactivar el insulto homófobo y, mediante dibujos y diseños, transformar la expresión en una reivindicación de la diversidad sexual. Según explicó ayer José Maroto, el portavoz valenciano que ha impulsado esta iniciativa en internet y las redes sociales, el objetivo de este proyecto reivindicativo, informativo y cultural es difundir un nuevo punto de vista sobre la homosexualidad basado en el sentido común y el humor para hacer visible la diversidad sexual.

A través de las redes sociales, Moscas de Colores recopila las palabras y expresiones utilizadas en las diferentes lenguas del mundo para insultar o menospreciar a los homosexuales y lesbianas, para darles la vuelta y convertirlas en un diseño simpático y atractivo. Con estas expresiones están realizando un diccionario gay y lésbico, en el que se documenta el origen de cada expresión y su connotación peyorativa, y que se irá ampliando en colaboración con organizaciones de gais y lesbianas de todo el mundo.

José Maroto resaltó que se trata de poner «nuestro grano de arena en este proceso de cambio social sobre la homosexualidad que se está produciendo en todo el mundo y conseguir una igualdad de derechos y una plena aceptación social de la diversidad sexual». Este proyecto, en el que participan traductores, asesores lingüísticos, diseñadores e informáticos, ha salido adelante gracias al «esfuerzo de muchas personas que trabajan de forma altruista desde varias ciudades europeas y coordinadas desde Valencia», comentó.

El proyecto, que arrancó el pasado septiembre, ha ido creciendo y desarrollándose tanto en contenidos como en integrantes, ya que es un trabajo participativo y abierto. La principal herramienta de Moscas de Colores es la palabra. «Utilizamos las expresiones, tantas veces usadas para herir e insultar, y les damos la vuelta con buen diseño y sentido del humor», indicó. «Investigamos las palabras, las explicamos y creamos ilustraciones para quitarles todo su poder dañino y así incorporarlas como parte de nuestro vocabulario», afirmó, para agregar que, de esta forma, «la palabra pasa de ser un insulto a ser un elemento de protesta y normalización». Para conseguirlo, estudian la evolución de la homosexualidad humana a través de la historia para obtener novedades.