En momentos de penuria como el actual todo aquella medida que permita hacer caja y aumentar la recaudación, es bienvenida. Con esta filosofía la Conselleria de Hacienda y Administraciones Públicas que dirige Juan Carlos Moragues está explorando las distintas posibilidades que encierran los tributos propios y cedidos con el fin de mejorar los ingresos, el talón de Aquiles de las cuentas públicas autonómicas. El negocio de la compraventa de oro, así como las tiendas de segunda mano cuya actividad ha florecido con la crisis económica, se han convertido en un objetivo para los inspectores de tributos de la Generalitat. El departamento de Moragues tiene prácticamente ultimada una modificación del impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales para facilitar a este tipo de empresas la liquidación del tributo. Entre las tiendas afectadas, se incluyen las dedicadas, por ejemplo, a las antigüedades o a los desguaces.

Con la legislación actual, este tipo de empresas están obligadas a declarar cada vez que realizan la compra de un bien para su posterior venta a terceros. Es decir, operación por operación, de tal manera que la liquidación del impuesto es excesivamente engorrosa tanto para los empresarios como para los técnicos de Hacienda que deben comprobar la validez de lo declarado. Lo que pretende la Generalitat es que la declaración se haga de manera trimestral, similar al IVA.

La Generalitat alega que esta fórmula de declaración agregada permite simplificar el pago, facilitar el cumplimiento voluntario y reducir los costes para las empresas. La medida, además, busca frenar el elevado fraude que había detrás de estos negocios emergentes. Una parte importante de las empresas no cumplían con sus obligaciones tributarias y otros no lo hacían por la totalidad de las operaciones registradas. La Conselleria de Hacienda pretende poner el foco de la inspección en estos negocios. En concreto, las tiendas de compra-venta de oro, que con la crisis han proliferado, son fácilmente controlables ya que, por cuestiones de seguridad, están obligadas a especificar en unos libros todas sus operaciones. Esta documentación está controlada por la policía.

El Consell admite que va a potenciar la labor inspectora en estos sectores. De hecho, como consecuencia del trabajo de los técnicos de Hacienda se descubrió que muchos empresarios obviaban su obligación de pagar el impuesto, alegando precisamente lo enojoso que suponía tener que dar cuenta ante Hacienda de todas y cada una de las operaciones. La modificación pensada por Hacienda les permitirá hacerlo de forma trimestral. La documentación, al igual que ocurre con las declaraciones trimestrales del IVA, se podrán presentar en los veinte primeros días de abril, julio y octubre y hasta el día treinta del mes de enero.

Hacienda hace hincapié en que los cambios en el impuesto facilitará el pago voluntario. En realidad, además de simplificar el trámite, habrá más presión sobre los empresarios que se dedican a este tipo de negocios, ya que resulta evidente que Hacienda ha decidido no mirar hacia otro lado y habrá más inspecciones. Cabe apuntar además, que a los técnicos de tributos les resultará mucho más sencillo revisar declaraciones trimestrales que las puntuales y el importe del dinero que se pueda recaudar fruto de la inspección será mayor. Según estimaciones de la Conselleria de Hacienda, gracias a esta medida, se incrementará la recaudación entre cuatro y cinco millones de euros anuales. La parte del impuesto de transmisiones que se aplica a la compra venta de bienes muebles a particulares para su posterior reventa es del 4%.

Como ha venido informando Levante-EMV, esta no es la única modificación que está sobre la mesa del conseller Moragues. También se está estudiando seriamente la posibilidad de elevar del 8 al 10 % el impuesto de Transmisiones en los casos de compra-venta de vivienda. En tiempos del boom inmobiliario, la recaudación por este impuesto llegó a ser la más importante de la Generalitat, por encima incluso del IVA. La revisión de impuestos (que incluye acabar con la bonificación del 100 % en el impuesto de donaciones y sucesiones) es, con todo, un asunto delicado, ya que políticamente es muy difícil de defender por un Ejecutivo y un partido que ideológicamente rechaza la subida de impuestos.