Dos de cada tres de los 199.697 alumnos que cursan Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en la Comunitat Valenciana estudian en institutos públicos. La práctica totalidad de estos 133.336 estudiantes de entre 13 y 16 años no pueden ejercer el derecho a solicitar beca de comedor porque la gran mayoría de los institutos públicos no cuentan con este servicio. La decisión de la Generalitat de ampliar el próximo curso las ayudas de comedor a la enseñanza privada concertada, materializada ayer mediante la modificación de la orden que regula la concesión de becas, permitirá que los 59.113 alumnos de ESO de la concertada (el 29,6 % del total) si que puedan optar a estas ayudas al disponer de comedor sus centros por regla general.

La confederación autonómica de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (AMPA) Gonzalo Anaya considera que con esta medida el departamento que dirige la consellera Mª José Català discrimina al alumnado de ESO de la enseñanza pública en el acceso a las ayudas. "Dado que los alumnos de los institutos públicos no tienen servicio de comedor, no pueden acceder a las becas y, por este motivo, las nuevas bases sólo benefician al alumnado de ESO de los centros educativos concertados", explicó ayer la presidenta de la Gonzalo Anaya, Mª Dolores Tirado. "Estamos ante un trato discriminatorio en la distribución de las ayudas que deja fuera al alumnado de la pública", recalca.

Para "garantizar la igualdad en el derecho a las ayudas de todo el alumnado", continúa, la confederación solicitó que las ayudas se incluyeran también "almuerzos saludables" en los Institutos de Educación Secundaria (IES) públicos con servicio de cantina, aspecto que Educación ha rechazado.

La modificación de las bases obliga a los centros concertados a "sufragar la diferencia entre el importe máximo de la ayuda concedida y el precio del menú diario establecido por el propio centro". Educación autoriza a la privada concertada a fijar un precio máximo de menú hasta 1,5 euros más caro que en los colegios públicos, donde el tope está en 4,25 euros. Es decir, que si la ayuda del 100 % para las rentas más bajas es 3,94 euros por alumno y día, el centro concertado deberá pagar la diferencia con respecto a lo que cuesta el menú. En el caso de los centros públicos, esta diferencia la costean los padres.