Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) renovó hace un año las vías entre las estaciones de Jesús y Patraix, pero dejó fuera el tramo de la estación de Jesús donde se ha producido la segunda rotura de carril en apenas un mes (la primera fue a la salida de la estación de Plaza de España hacia Jesús), según confirman trabajadores de la empresa. Los trabajos corrieron a cargo de la empresa Comsa. Pese a esta intervención de calado que se acometía entre Jesús y Patraix "se obvió la renovación de unas decenas de metros (los del anden de las vías en dirección hacia Villanueva de Castellón ) por decisión de la dirección de FGV, pese a que la empresa aseguró que, por unos metros más, se podía incluir el tramo de los andenes de la estación de Jesús", según los trabajadores.

Las mismas fuentes lamentan que "ni el anterior Jefe de vías (Pedro Catalán ahora ascendido a Jefe de Instalaciones fijas), ni el que ocupaba anteriormente este cargo, (Marcos Roselló también ascendido a una dirección técnica) tomaron cartas en el asunto". El tiempo ha acabado dando la razón a los trabajadores que denuncian el "deplorable estado de las infraestructuras, debido a las continuas inundaciones en época de lluvias y al tiempo que llevan instaladas sin un adecuado mantenimiento, porque las vías no se auscultan", señalan.

La renovación de las traviesas en el tramo del carril roto no resolverá el problema de fondo ya que, según explican técnicos consultados por Levante-EMV, "debido a los problemas de humedad continuarán saliendo los mismos inconvenientes, porque el hormigón es muy delicado y debido a las escorrentías y la elevada humedad la plataforma está contaminada y acaba por afectar a las traviesas y al carril".

Sobre la reparación realizada en el tramo de la estación de Jesús las mismas fuentes alertan que "el hormigón no se ha saneado" por lo que el problema de las humedades persistirá. Además, aunque se han sustituido las traviesas viejas por nuevas (traviesas RS-55 de tipo Stedef) se han colocado "usando el embebido (el hueco) que ocupaban las traviesas anteriores".

Este periódico pudo comprobar el ruído seco que provoca el paso de los trenes por el tramo renovado de vía. Una circunstancia que, a la larga, puede provocar problemas, "porque los hormigones se repelen y hay que embeber bien las traviesas" (colocarlas bien en los huecos reservados para ellas en la plataforma de hormigón).

Además, al no actuar sobre la plataforma de hormigón, aunque se haya renovado el tramo de vía y sustituido las traviesas se observa una "ligera ondulación" (una alteración en la geometría de la vía, en términos ferroviarios) en los carriles del andén en dirección a Villanueva de Castellón. Para resolver este problema y "que la infraestructura esté dentro de los parámetros de seguridad que merece este tramo" [es la estación donde no llegó el tren accidentado en el que murieron 43 personas] se debería "sustituir la losa de hormigón, los carriles, las traviesas y los anclajes de vía" porque "salta a simple vista que las traviesas que no se han renovado están infectadas y que este tramo necesita una reparación urgente". De hecho, las vías estaban repletas de charcos y humedades, incluso en el tramo de vía renovada según pudo comprobar Levante-EMV el pasado martes.