La consellera de Educación, Cultura y Deporte, María José Catalá, trasladó ayer, "como consellera" competente en las cuestiones lingüísticas, un "mensaje" a "todas las instituciones, grupos parlamentarios y personas preocupadas por la lengua". El valenciano, proclamó, ha de ser "siempre un elemento de comunicación, de entendimiento, de diálogo y nunca de confrontación". Catalá, quien insistió en declaraciones a la Ser en que la lengua "no debe servir para dividir" sino como nexo de unión, dejó así en evidencia al grupo popular de las Corts, que ha reactivado la batalla lingüística con una propuesta en la que sitúa el origen del valenciano en los íberos y pide a la RAE que cambie la denominación para indicar que es "el idioma propio de los valencianos que se habla en la mayor parte de la C. Valenciana", eliminando toda alusión al catalán.

Catalá marcó distancias con el PP y se puso del lado de la Acadèmia de la Llengua, el ente normativo sobre el valenciano según el Estatuto de Autonomía, que el día anterior remitió una declaración a las Corts como respuesta la propuesta popular en la que pide "con firmeza" a los grupos "que no se utilice la lengua como instrumento político de confrontación entre los valencianos". Las mismas palabras que la consellera. La AVL también advirtió de que la iniciativa del PP "vulnera el ordenamiento jurídico" La AVL también advirtió de que la iniciativa del PP "vulnera el ordenamiento jurídico" y además "no respeta la normativa oficial" de la AVL, de "aplicación obligatoria en todas las administraciones".

La propuesta del PP, en horas bajas electorales, ha causado malestar en responsables populares, que critican la gestión de la iniciativa, cocinada y presentada a espaldas de la AVL, cuando, señalan, lo normal es que se hubiera hablado con la Acadèmia para configurar la petición a la RAE. Las críticas se dirigen al conseller de Gobernación y número dos del PPCV, Serafín Castellano, a quien se atribuye la propuesta -a su vez inspirada por la secesionista RACV, que ha suscrito un acuerdo de colaboración con su departamento- y del que aseguran que maneja el grupo, por encima del portavoz, Jorge Bellver.

Bellver: "La AVL está de acuerdo"

Bellver, firmante de la propuesta, eludió asumir la autoría. "Es del grupo parlamentario", repitió. El popular evitó también pronunciarse sobre el fondo de la declaración de la AVL hasta que la Mesa no la tramite. La AVL ratifica que valencianos, catalanes y baleares "compartimos una misma lengua" y añade que el valenciano se conformó en el siglo XIII, "cuando fue traído por los repobladores catalanes y aragoneses". Bellver sostuvo que, por lo que ha conocido por los medios, la Acadèmia "no ha puesto ningún pero" y está "totalmente de acuerdo" con la parte "fundamental" de su iniciativa, la propuesta concreta de resolución -exposición de motivos al margen-, en la que se formula la petición a la RAE para cambiar la voz "valenciano".

"Estoy extremadamente satisfecho del escrito [de la AVL] porque solo hace referencia a la parte expositiva pero no dice absolutamente nada de la parte dispositiva", defendió, obviando que cuestiona hasta la ortografía. Bellver explicó que su petición a la RAE "dice lo que dice el Estatuto" y "se basa" en éste, por lo que "nadie puede estar en contra; son otros los que tienen que dar explicaciones". Recalcó que "no tienen que consultar nada" con la AVL.

Lo de los íberos "no constará"

¿Y qué pasa con el "valencianoíbero"? Bellver recalcó que la parte dispositiva de su iniciativa es "lo único que constará en las actas" y "en el diario de sesiones del Parlamento". O sea, que no llegará a la RAE la parte en la que el PP afirma que "el habla de los valencianos, que parte sin duda de la más profunda prehistoria, se escribe ya desde el siglo VI antes de Cristo con el lenguaje ibérico y, después de las aportaciones sucesivas a partir de las fenicias, griegas y latinas, ha llegado a nuestros días en la forma en la que la conocemos". El popular, licenciado en Geografía e Historia, indicó que la iniciativa "no pone en ningún sitio" que el valenciano viene de los íberos. "Lo que se dice es que los idiomas que se han hablado en un territorio afectan a la lengua que hoy se habla en ese territorio", matizó.

Garrido: "El valenciano fetén es el que la Acadèmia diga porque para eso se creó"

Amenazados por la ola recentralizadora del Gobierno, el presidente del Consell Jurídic, Vicente Garrido, echó ayer más que un capote a otra institución estatutaria, la Acadèmia de la Llengua. Y eso que no hizo más que constatar la legalidad. "El valenciano fetén es el que la AVL diga porque se ha creado para eso", aseveró, para enfatizar que las normas de la Acadèmia "son de obligado cumplimiento" para los entes públicos. Garrido se pronunció así en las Corts tras entregar la Memoria 2012 al ser preguntado por la declaración de la AVL que advierte de que la iniciativa del PP sobre el origen del valenciano "vulnera el ordenamiento jurídico" y no respeta la normativa oficial en su redacción. El titular de la entidad que vela por la legalidad de los actos del Consell insistió en que la ley de la AVL "dice que el valenciano es lo que la AVL diga que es; y que las normas del valenciano son las que la AVL diga que son". Por tanto, "todos los entes públicos están obligados a utilizar el valenciano que la AVL diga" y "es de obligado cumplimiento".

Si alguna institución no acata esas normas estará "incumpliendo la ley", aseveró, y eso podría suponer que no pueda "obtener subvenciones públicas". Con todo, apuntó que, en el caso de la propuesta del PP, se plantea el "problema de la naturaleza jurídica de los grupos parlamentarios", que "no son órganos de las Corts ni del partido". Así, se cuestionó sobre "hasta qué punto les puedes obligar a utilizar una normativa". Aunque "es lógico que sí se debe utilizar la normativa de la AVL", indicó, las consecuencias de no hacerlo "no pueden ser tan fatales" como para que la Mesa de las Corts no la tramite.

"Un gran pacto muy meditado"

Inquirido sobre la propuesta del Consell de reducir a la mitad la AVL por la actual crisis, el presidente del CJC, tras evocar cómo la creación de la Acadèmia fue "muy meditada" y supuso un "gran pacto" que dio "solución" a un problema arrastrado desde la transición, dejó claro que "los problemas coyunturales son muy peligrosos de abordar" pero "hay que pensar en dentro de diez años y no pasado mañana".