El presidente de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), Ramon Ferrer, contribuyó ayer a dar un nuevo giro de tuerca a la polémica por la propuesta del PP de las Corts de cambiar la definición de valenciano que ofrece el Diccionario de la Real Academia Española (RAE). Tras la contundente declaración del pasado lunes de la institución normativa valenciana contra la iniciativa popular, Ferrer sorprendió ayer los primeros, a los propios académicos con unas manifestaciones en las que lanzaba la idea de crear una comisión de estudio con la Conselleria de Educación y Cultura y la propia RAE para «mejorar» la citada entrada. Esta dice, en su quinta acepción, que valenciano es una «variedad del catalán, que se usa en gran parte del antiguo reino de Valencia y se siente allí comúnmente como lengua propia».

Ferrer no propuso ayer su iniciativa en ningún foro público ni al ser abordado en acto alguno, sino que se trató de unas declaraciones realizadas expresamente a la agencia Europa Press. Ello indica que es una propuesta meditada y lanzada en el momento que ha considerado oportuno.

Sin embargo, es una idea personal del presidente de la AVL, que de momento no cuenta con el respaldo de ningún órgano de la institución. Ni la junta de gobierno ni mucho menos el pleno conocían la propuesta, según pudo comprobar ayer Levante-EMV. Se enteraron por la prensa, dijeron ayer algunos académicos.

La iniciativa, eso sí, supone un balón de oxígeno para el PP, pues reviste de autoridad lingüística una proposición no de ley que ha sido objeto de crítica filológica e incluso mofa por retrotraer el origen del valenciano a los iberos y al siglo VI antes de Cristo.

Así, mientras la AVL exponía que el documento del grupo popular «vulnera el ordenamiento jurídico valenciano», su presidente expresaba ayer su «acuerdo con la parte dispositiva» de la proposición no de ley, ya que la definición que actualmente proporciona la RAE es «mejorable», dijo. «Y si se pide una mejora estoy de acuerdo», añadió.

Ferrer, que entró en la Acadèmia a propuesta del PP y siempre fue considerado una persona cercana a algunos dirigentes populares aunque ha dado muestras de independencia desde que ocupa la presidencia, acerca posiciones de esta manera con esta formación política.

Incluso, según algunas fuentes consultadas, la iniciativa planteada ayer sería impensable sin haber sido pactada previamente con la consellera de Educación y Cultura, María José Català, y con dirigentes del PP.

En el terreno personal, las declaraciones de ayer de Ferrer lo recolocan en un lugar más acorde con su trayectoria. Profesor de Historia de la Universitat de València, procede de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV), entidad nodriza de las posiciones contrarias a la unidad de la lengua y que defiende una normativa distinta a la oficial y que fue la empleada por el PP en la redacción de su proposición no de ley.

Con todo, fuentes oficiales de las AVL hicieron hincapié ayer en la voluntad de tender puentes entre la sociedad valenciana y que la lengua no sea objeto de enfrentamiento. En este sentido, aseguraron que la «mejora» de la definición de la RAE siempre se haría en base al dictamen de 2005 de la AVL sobre la identidad del valenciano. Este consagra que se trata de un idioma «compartido» con el que se habla en Cataluña, Baleares y otros territorios de la antigua Corona de Aragón.

Sin embargo, la postura actual de Ferrer prolonga asimismo el debate y el último conflicto sobre la cuestión del nombre de la lengua, el cual permanecía inactivo desde 2005.