La mayor parte de las aves representativas de las zonas agrícolas se encuentran en una fase de declive poblacional que podría estar relacionada directamente a los tipos de explotación agraria actuales. Especies como la abubilla, el alcaudón, la cogujada común, la golondrina , la grajilla y el verdecillo están en franco declive, según datos de la Conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente.

Algunas de estas alteraciones, incluida también la que afecta al gorrión en las ciudades, no han pasado desapercibidas para muchos ciudadanos. Algo está pasando y el mejor modo de averiguarlo es «preguntárselo» a los pájaros

„«aunque no hablen»„ explican los técnicos de la conselleria.

En la dirección general del Medio Natural de la Conselleria de Territorio y Medio Ambiente aseguran que cuando Europa pide indicadores medioambientales de la Comunitat Valenciana no preguntan por las especies en peligro de extinción o por el «samaruc», aunque destine mucho dinero a su conservación, sino por la evolución poblacional de las aves.

«Supongo que están preocupadas por los efectos negativos de los programas de intensificación agrícola que financian y porque conocen bien el papel de "centinelas" que tienen las aves sobre lo que ocurre en su entorno», asegura Juan Jiménez, responsable del servicio de Biodiversidad.

El valor de estos datos ha llevado a la Conselleria de Infraestructuras a suscribir un convenio con la organización SEO-Birdlife para la «Obtención de indicadores del estado de la biodiversidad en la Comunidad Valenciana a través del programa de seguimiento de aves comunes reproductoras».

Se trata de dar continuidad y respaldo económico a un trabajo „programa Sacre„ que SEO-Birdlife comenzó hace 17 años.

Cambios en el uso del suelo

Según el último informe elaborado por SEO-Birdlife, que incorpora a los datos de 2012 a la serie histórica iniciada en 1998, «solo las aves asociadas a medios forestales se encuentran claramente en ascenso, con un 107 % acumulado, mientras que las aves urbanas presentan un ligero declive, algo mayor en 2012 que el obtenido en años anteriores».

Para las aves asociadas a medios agrarios, los datos son más contradictorios, aunque la metodología comúnmente aceptada daría como resultado una reducción acumulada de entre el -6,1 y el -34,1 % en el periodo 1998-2012.

El descenso del 34,1 % en el índice de las aves asociadas a medios agrícolas se obtiene considerando especies como la abubilla, el alcaudón común, la cogujada, la collalba rubia, la perdiz roja y el verdecillo. El descenso del 6,1 % se obtendría de incorporar a estas especies el estornino negro, la golondrina común, el gorrión chillón y la tórtola común.

Paradójicamente, mientras la población de perdiz roja, abejaruco, estornino negro, pito real y ruiseñor bastardo crece en la Comunitat Valenciana, desciende en el conjunto de España sin que exista una explicación convincente sobre esta evolución.

Especies forestales

Tal como adelantó Levante-EMV hace unas semanas, la superficie forestal arbolada aumenta en casi 3.000 hectáreas cada año en la Comunitat Valenciana. Y eso a pesar de los incendios.

En el recuento asociado a las aves que dependen de ambientes forestales„las abundantes en bosques y zonas arboladas, naturales o no„se obtiene como resultado un «ligero incremento» de las poblaciones de aves ligadas a este medio, según el informe.

Juan Jiménez cree que existe un cierto consenso entre los investigadores sobre las razones ultimas de estas tendencias. «Hay un abandono generalizado de zonas agrícolas marginales que invade el monte», explica Jiménez.

«Se trataba de ambientes apenas mecanizados, con una agricultura poco exigente y poco intensiva también en el uso de productos químicos», añade.

En este contexto, cada campo cultivado „sobre todo en la proximidad de entornos forestales„fue a lo largo del siglo XX un gran área de biodiversidad que ahora, con la apertura de grandes fincas y la agricultura intensiva, se han transformado en espacios poco «amigables» para determinadas especies.

Eso explicaría tanto el aumento de las poblaciones para pájaros estrictamente forestales, cifrado en un 107,7 %, como el declive de los que vivían de la agricultura más marginal.

Caso aparte merecen las especies de aves que dependen de ambientes urbanos. SEO-Birdlife ha realizado recuentos entre los grupos de pájaros que habitan en pueblos y ciudades, eludiendo los pequeños núcleos de población y con mucha vegetación donde la composición de la avifauna «es mucho más variada».

De las cuatro especies más comunes: el avión común, la golondrina común, el gorrión común y el vencejo común. Mientras el primero no muestra una tendencia definida, la población de vencejo parece ser estable mientras la golondrina y el gorrión marcan un declive «moderado». En conjunto se estima que el número de aves en áreas urbanas ha descendido un 13,4 %.

Destaca el caso del gorrión común, el pájaro urbano por excelencia. La especie se encuentra en descenso en los últimos años tanto a nivel nacional como autonómico. El declive en la Comunitat Valenciana se observa prácticamente desde 1998. Aunque con algún altibajo, el descenso acumulado desde 1998 es del 34,7 %.

La unanimidad no existe a la hora de explicar el fenómeno del descenso poblacional del gorrión. Juan Jiménez no cree que esté relacionado con el alimento disponible, aunque sí por la competencia por obtenerlo. «Si te sientas en un banco observas como la tórtola turca „una especie invasora„ se pasa todo el día en los parques y aceras picoteando en busca de alimento, lo mismo que ha hecho siempre el gorrión sin apenas competencia en el ambiente urbano, pero que ahora tiene que hacerlo enfrentándose a otro pájaro que es casi 10 veces más grandes que él», añadió.