La Generalitat alerta sobre el peligro que supone el uso de los llamados "globos de luz" o "velas flotantes", que provocan el efecto de "farolillos voladores" para las personas y el medio ambiente, dado que pueden provocar quemaduras e incendios, por lo que recomienda a los ciudadanos que no utilicen estos productos, cuya venta, además, no está autorizada. La directora general de Comercio y Consumo, Silvia Ordiñaga, advierte de que se trata de un producto "potencialmente peligroso" dado que su utilización no se puede "controlar mínimamente", por lo que apela a la responsabilidad de los ciudadanos.

Procedentes de los países asiáticos, estos globos son balones hechos de papel con una apertura en la parte superior e inferior en cuyo interior se coloca una pequeña llama. De esta forma, el aire caliente generado en su interior permite que se eleven provocando el efecto de farolillos voladores, cuya trayectoria no se controla. Ordiñaga destaca "el riesgo de incendio que implican por tratarse de una llama sin control alguno, especialmente en una zona de riesgo como es la nuestra, así como para los animales que pueden ingerir sus restos". Además, subraya que actualmente no está autorizada su venta en establecimientos comerciales de España, según el Real Decreto 1801/2003 sobre Seguridad General de los Productos, normativa que permite la retirada de cualquier producto que, como este, no supere la evaluación de riesgos que realizan los inspectores en materia de consumo.

Con el fin de reforzar el control de los globos de luz en España, el Gobierno central ultima un nuevo Real Decreto que los prohibirá de forma específica. En la Comunitat Valenciana, los servicios de inspección de la dirección general de Comercio y Consumo, a través de las visitas que realizan periódicamente, trabajan para retirar estos productos de los establecimientos .

No obstante, aunque estas velas ya no se encuentran a la venta en los comercios, se ha detectado una proliferación de su venta de forma ambulante, especialmente en zonas de costa. La Generalitat pide que no se adquieran y que se informe a las autoridades competentes si se tiene conocimiento de su venta para retirarlos del mercado.

Las linternas luminosas son tradicionalmente conocidas como "Khoom Fay" o "Khom Loy". Originalmente se crearon para usos bélicos hace 1.800 años por Zhuge Liang (181-234) quien inventó la linterna de Kong Ming, lámparas flotantes para iluminar el camino de noche y evitar que los ejércitos pudieran ser descubiertos, o como herramienta de comunicación porque es visible a gran distancia. Con el paso de los años se utiliza para "transmitir los deseos hacia el cielo". Se cree que las linternas, con los deseos escritos, alcanzan el cielo, donde "se hacen realidad, y mientras más alto lleguen, será más probable que desde el cielo respondan a sus peticiones". Son muy populares el Festival de Yee Peng en Mae Jo, el Loi Krathong en Chiang Mai (Tailandia), el Festival de Linternas Chinas en Taiwán, el de Faroles Celestiales en Taipei y el Anual de la Linterna de Yippeng en el cual, parejas y gente querida se reúnen en los ríos y hacen flotar estos arreglos hechos a mano llamados "Kratong". Luego los dejan ir al mismo tiempo, llamándole a esta acción "Khoom Loy". Es tradición el ofrecer las linternas a los templos y monjes budistas, pues los donantes creen que a cambio recibirán iluminación. En lo que se refiere a la flama de la linterna, se dice que simboliza sabiduría. La luz de la linterna les indica el "camino correcto". levante-emv valencia