El presidente de la Diputación de Valencia y alcalde de Xàtiva, Alfonso Rus, ha visto en menos de dos semanas como dos importantes dirigentes del PP en su municipio han aparecido públicamente coqueteando con simbología fascista. En los dos casos, Rus, que se considera un liberal al estilo clásico, ha mostrado su disconformidad con el hecho pero no ha tomado medidas. "No me parece bien, pero realmente son chiquilladas", contestó ayer a preguntas de laSexta tras publicar este periódico una foto del presidente de Nuevas Generaciones, Xesco Saez, con el brazo en alto emulando el saludo fascista.

Hace hoy justo una semana, Rus tenía que pronunciarse en el pleno del Ayuntamiento de Xàtiva sobre la foto de un miembro de su ejecutiva con una bandera nazi y tras haber jugado un partido con ultras de fútbol. El presidente del PP provincial intervino gritando contra la oposición y les recriminó que "cuando la gente pide disculpas se aceptan" (el dirigente del PP Jorge Roca había admitido el error) y criticó que "se ha masacrado a un niño que se hizo una foto con una bandera". Cabe recordar que el propio vicepresidente del Consell consideró que este tipo de actitudes podían suponer la expulsión del PP.

El apoyo de Rus fue similar al del presidente del PP de Xàtiva, Jorge Herrero. Fue el primero en atribuir estos comportamientos a la inexperiencia o a la juventud de sus directivos. El jueves, tras aparecer la foto de Xesco Saez realizando el saludo falangista, se limitó a atacar a la oposición en el consistorio setabense y a revelar que la imagen la había distribuido un pirata informático.

Estas dos instantáneas han provocado el malestar en el PSPV, Compromís y EU, que han condenado los actos y exigido la dimisión de los dos dirigentes. Sus peticiones no han surtido efecto y ambos jóvenes cargos del PP mantienen sus puestos.