No se pueden poner puertas al campo, dice la sabiduría popular. Así que ¿cómo vigilar las miles de hectáreas de todo tipo de cultivos que existen en la Comunitat Valenciana para evitar los robos? La respuesta la ha facilitado el Institut Cartogràfic de Valencià (ICV) de la Conselleria de Territorio que ha creado un «Mapa de Cultivos» que permitido a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado acceder, con un sólo clic, a «dos millones de datos recopilados en varias cartografías temáticas», lo que les permite organizar y preparar una estrategia preventiva para combatir los robos de las cosechas valencianas.

Esta herramienta de trabajo ha surgido de la colaboración entre la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana, responsables de la Guardia Civil y el ICV. Se anunció su creación el 31 de julio de 2012 y se presentó oficialmente el 31 de julio de 2013 para uso exclusivo e n cuarteles de la Guardia Civil y comisarías del Cuerpo Nacional de Policía. El mapa de cultivos de la Comunitat Valenciana ha servido de experiencia piloto para implantarlo en el resto de autonomías.

Esta especie de «gran hermano» cartográfico para vigilar las cosechas recopila información de 1.371.761 parcelas de toda la Comunitat Valenciana, pero también informa de la ubicación de las 4.219 granjas existentes (con el tipo de explotación que acogen), los 18.000 pozos de riego (sólo los legales), los 588 almacenes agrícolas y los 11.295 invernaderos que conforman el sector agrícola y ganadero valenciano. La información, obviamente, sólo está disponible para la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional, y a través de la intranet del Ministerio de Interior de Madrid, para evitar intrusiones con intereses espúrios. Los agentes de la Guardia Civil o de la Policía sí que pueden «acceder y modificar cualquier información si han comprobado, sobre el terreno, que existe algún error. De hecho, mantenemos línea directa con la Guardia Civil y la Policía Nacional para que el mapa evolucione constantemente», explica a Levante-EMV Emilio Forcén, el director del Institut Cartogràfic Valencià (ICV).

El detalle que da el toque añadido y una de las novedades más útiles del Mapa de Cultivos es la posibilidad de consultar «en cada parcela qué variedad cítrica existe en el área seleccionada, con información exacta de la época de recolección para saber en qué momento interesa montar dispositivos de vigilancia», detalla Forcén. Al selecccionar una parcela de un municipio del área metropolitana de Valencia aparece un pequeño cuadro de diálogo en el que se observan dos anotaciones: «Lane-late 15-01-2014 a 15-04-2014» y Hernandina (01-01-2014 a 15-02-2014)». El director del ICV aclara que «el mapa de cultivos ofrece tal nivel de detalle que de una misma parcela ofrecemos la información sobre si produce varias variedades de cítricos, con las fechas aproximadas de sus periodos de recolección, lo que permite a los agentes programar la vigilancia de una forma mucho más exacta». Para obtener esta información se ha contactado con un grupo de «cooperativas centinelas, que nos informan de los periodos de recolección de forma mucho más detallada y mucho más exacta», explica Emilio Forcén.

En las consultas de los agentes se puede seleccionar también un determinado tipo del cultivo obviando el resto (como las capas que se seleccionan o deseleccionan en los mapas del Terrasit, por ejemplo).

Todo este caudal de información se ha conseguido gracias al cruce de datos de dos sistemas de información ya en la red: el Siose (Sistema de Información sobre la Ocupación del Suelo en España) y el Sigpac (Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas). El Siose está implantado desde 2009 en la Comunitat Valenciana y ofrece un detallado desglose de «todas y cada una de las partes en las que se divide el territorio de la Comunitat Valenciana» gracias a las 30.000 horas de trabajo de un selecto grupo de geógrafos que combinó imágenes por satélite, ortofotos, bases de datos y cartografías urbanísticas, agrícolas y catastrales para ofrecer una foto interpretada del territorio valenciano.

Por su parte, el Sigpac permite «identificar geográficamente las parcelas declaradas por los agricultores y ganaderos, en cualquier régimen de ayudas relacionado con la superficie cultivada o aprovechada por el ganado», según informe el Ministerio de Agricultura. Concebido a principios de la década del 2000, por obligación europea, para «facilitar a los agricultores la presentación de solicitudes, con soporte gráfico, así como para facilitar los controles administrativos y sobre el terreno», con el tiempo el Sigpac se ha convertido en «una herramienta de enorme utilidad en campos diferentes del agrario como la geología, las infraestructuras, o el urbanismo». En el caso de la Comunitat Valenciana el Sigpac no diferenciaba las variedades de cítricos por lo que esta información se introdujo ex profeso en el mapa de cultivos para facilitar las tareas de vigilancia que era el principal objetivo.

A golpe de clic, los agentes de las fuerzas del orden también pueden «obtener cualquier información de una zona seleccionada», añade Forcén, mientras selecciona una zona de la Comunitat Valenciana que permite abrir una detallada ficha de la superficie elegida en el interior de la Comunitat Valenciana: 908 parcelas de uva que ocupan 684 hectáreas, 132 parcelas de frutos secos en 111 hectáreas y 218 parcelas de olivos en 42 hectáreas de superficie.

El mapa de cultivos también permite a los agentes «medir distancias, superficies» (algo que ya se ofrece en Terrasit, la herramienta del Cartogràfic con una exhaustiva información del territorio valenciano) y facilita también información con coordenadas «para facilitar la localización en GPS de lo que se quiere buscar».