En la novela de James M. Cain, el cartero siempre llamaba dos veces, pero en las casas del Bulevar norte de Cullera ni siquiera una, lo que genera no pocos inconvenientes a sus vecinos, entre ellos la falta del servicio postal.

Es un problema más al que deben hacer frente en la corta historia de esta zona residencial. Si a los habitantes del Bulevar norte ya les costó poder entrar a vivir en sus casas por los retrasos en la llegada del suministro eléctrico al sector, ahora que llevan un año instalados en la zona no pueden recibir su correo porque aún no se han puesto los carteles con los nombres de las calles. Los vecinos calculan que hay 30 familias afectadas.

El Ayuntamiento de Cullera aprobó hace tiempo la nomenclatura de las vías. Y, al principio, los primeros propietarios que ocuparon la zona sí que recibían alguna carta porque, aunque no hay carteles, había carteros que les dejaban su correspondencia.

Pero cuando hace unos meses fueron a quejarse a la oficina de Correos porque las cartas no les llegaban de forma regular, desde este organismo les informaron que si las calles no cuentan con cartelería, no están obligados a dejar las cartas.

Así que los vecinos tienen que desplazarse hasta la oficina de Correos para recoger su correspondencia, que se les guarda durante 15 días. Los afectados, que se muestran molestos con esta situación, se quejan porque tienen que estar cada 3 o 4 días visitando la oficina de Correos por si tuvieran alguna carta certificada de carácter urgente.

Durante estas últimas semanas, los propietarios de la zona habían presentado diversos escritos en las oficinas municipales para reclamar la instalación de los carteles y se habían puesto en contacto con diversos departamentos del consistorio, entre ellos el de Servicios Exteriores, como reconoció el propio concejal del área, Juan Montañés. Pero hasta ayer no recibieron ninguna respuesta por parte de responsables de la corporación gobernada por el Partido Popular de Ernesto Sanjuán.

Sin presupuesto

La edil de Urbanismo, Juani Sapiña, explicó ayer que desde el consistorio pensaban que esa obra debía asumirla el urbanizador de la zona, pero ahora se han dado cuenta de que debe costearla el ayuntamiento y el problema es que no está incluida en los presupuestos de este año.

Sapiña indicó que han solicitado presupuesto a una empresa y se intentará que, al menos, las calles donde viven los vecinos cuenten con sus correspondientes carteles antes de acabar 2013. "Veremos si podemos hacerlo este año o poner lo que sea más preciso, donde están viviendo" los vecinos, dijo Sapiña.