El Ministerio de Fomento ha retomado los trabajos de construcción de la A-33, la autovía que conectará Valencia y Murcia a través de la provincia de Alicante por un trazado de 90 kilómetros que atraviesa el Altiplano de Murcia. Y lo ha hecho en el tramo de 11 kilómetros comprendido entre la Font de la Figuera y Villena, justo en el punto en el que la A-33 conectará con la autovía de Alicante-Madrid, la A-31, a la altura de la cárcel de Villena. En la Font de la Figuera los trabajos no han parado, aunque en ocasiones se han realizado muy lentamente.

Con los primeros movimientos de tierra en Villena, que ya son visibles, se pone fin, por falta de consignación presupuestaria del Gobierno central, a varios años de paralización o ralentización del tramo valenciano-alicantino de esta nueva autovía que conectará tres corredores de gran importancia entre la meseta y la costa. Concretamente la A-31 desde Madrid a Alicante pasando por Albacete, Almansa, Villena, Petrer y Elda; la A-30 que comunica Madrid con Albacete, Murcia y Cartagena pasando por Hellín y Cieza y la A-35 que comunica Valencia desde Xàtiva con Albacete por Almansa. Se trata, en definitiva, del desdoblamiento de la N-344 para desatascar un eje viario que soporta un creciente tráfico de mercancías, con un porcentaje de vehículos pesados superior al 27%. Se acabará así con la alta siniestralidad que se registra en la N-344, "la ruta de los camiones", que cruza la Font de la Figuera.