El futuro de los cinco jóvenes de Nuevas Generaciones del PPCV que fueron sorprendidos coqueteando con simbología nazi o fascista no se solventará tan rápidamente como se pensaba. El proceso de expulsión anunciado por la dirección nacional de Nuevas Generaciones en plena polémica por las fotos aireadas por este diario en las que los citados militantes aparecen posando con banderas franquistas o haciendo el saludo nazi está en estos momentos paralizados. Fuentes de la dirección nacional del PP consultadas por este diario indicaron ayer que el comité de derechos y garantías del NNGG, órgano en el que se dirime la sanción, todavía no ha decido qué hacer. Las citadas fuentes precisaron que la resolución podría tarda tiempo, ya que este órgano no se reúne de manera frecuente.

Tal como informó este diario, el artículo 9 de los estatutos nacionales del PP, relativo a la pérdida de la condición de afiliado, recoge que ésta se extingue, entre otras causas, «por manifestación pública de discrepancia grave con la ideología, principios o fines del partido, realizada en actos de propaganda, reuniones públicas o a través de cualquier medio de comunicación escrito o audiovisual o de cualquier medio de difusión que garantice la publicidad del hecho». Los militantes afectados fueron llamados la semana pasada a Génova para poder defenderse, un derecho que les asiste, según los estatutos.

Una vez pasada la tormenta mediática parece que las prisas que tenía Génova para solventar este asunto se han pasado. Ya en un primer momento, algunos responsables valencianos trataron de poner paños calientes y, en privado, se mostraban contrarios a que, lo que consideraban una torpeza de juventud, acabara de forma tan drástica. Ayer mismo, el presidente del PP en Valencia, Alfonso Rus, se negó a condenar estos hechos en el pleno de la diputación. Hace apenas dos semanas, el vicesecretario general de Estudios y Programas, Esteban González expulsaba de la Escuela de Verano de Gandia a un militante de Nuevas Generaciones que aparecía en una fotografía donde al fondo del local podía verse una bandera con el aguilucho.