Ana Gallart, la valenciana que acudió a los tribunales para demostrar que era hija del financiero Juan March, ha decidido retirar su demanda de filiación. Y la ha retirado después de que que los científicos, tras analizar las muestras de ADN, han comprobado que no es hija del empresario.

Sin embargo, según publicó Levante-EMV, las pruebas determinan que podría ser un familiar lejano del financiero mallorquín, sin determinar el grado de parentesco. La decisión del juez de Madrid que ordenó la exhumación del cadáver de March dependía del resultado de la prueba científica. Por tanto, al demostrarse que Gallart no era hija del empresario, la demanda iba a ser desestimada, según señalaron fuentes judiciales.

El abogado Fernando Osuna se ha adelantado a esta decisión y ha decidido retirar la demanda antes de que se pronunciara el juez.

Con independencia de esta decisión del abogado, el magistrado tendrá que pronunciarse sobre el pago de las costas de este proceso. El coste es elevado, aunque no se ha determinado todavía la cuantía económica, según señalaron las mismas fuentes.

La mujer explicó ayer que no ha tenido más remedio que retirar esta demanda porque, en efecto, aunque ella estaba convencida de que era la hija del magnate, los resultados científicos han determinado lo contrario.

Ana Gallart está pendiente ahora de mantener una conversación con su abogado para determinar nuevas acciones judiciales. Aunque no ha ganado esta primera demanda, no desiste. Está estudiando muy seriamente seguir pleiteando para determinar la identidad de su padre.

«No soy la hija de Juan March, pero parece ser que soy su nieta. Así me lo comentó mi abogado. Por ello me estoy planteando presentar otra demanda», declaró ayer la demandante.

Sin embargo, fuentes próximas al proceso han señalado que las pruebas científicas en ningún momento determinan que Ana Gallart sea nieta del magnate. Solo señalan que podrían ser familiares. De hecho, el escrito del propio abogado que ha presentado en el juzgado de Madrid descarta que sea nieta de March.

A pesar de los escasos medios económicos que tiene Gallart, ha sido ella quien ha tenido que afrontar los gastos que ha supuesto levantar la tumba de Juan March para recoger una muestra de sus restos óseos.

La familia, para defenderse de esta demanda, también ha tenido que afrontar unos gastos, como ha sido la contratación de un abogado. La defensa contrató a unos técnicos para que también analizaran por su cuenta el ADN, ante la posibilidad de que la prueba científica hubiera certificado la filiación de la demandante.

Sin embargo, no ha sido necesario dar a conocer los resultados de esta prueba. Ana Gallart aseguró ayer que en el momento de plantear este pleito judicial estaba convencida de que March era su padre. «Mi padre adoptivo me lo confesó. Puede que estuviera equivocado porque le facilitaron una información errónea», reconoció ayer.

Sostiene que su actuación nunca ha estado marcada por la mala fe, sino por el convencimiento personal, y porque su padre adoptivo le dijo que era hija biológica del millonario. Ana Gallart asegura que la decisión de retirar la demanda no responde a ningún tipo de acuerdo, ya que no ha existido ningún tipo de negociación.