El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, presidió ayer en la Real Iglesia del Salvador de Valencia, la entrega de la «misión canónica» „o encargo para impartir las enseñanzas de la doctrina católica„ de este año a los profesores de religión que este curso darán clase en los centros de Primaria y Secundaria de la Comunitat Valenciana.

La cita comenzó a las diez de la mañana y contó con la presencia de cerca de 500 docentes, que atestaron el templo ubicado en el distrito de Ciutat Vella.

El arzobispo comenzó su alocución rememorando una experiencia relatada por el papa emérito Benedicto XVI cuando era docente en Alemania: «durante su etapa de profesor en Bonn tuvo que impartir una conferencia sobre los estudios que daba y otro maestro expresó sus dudas sobre cómo podía hablar de ´algo que no existía´. Es una tragedia de nuestra sociedad y de nuestra cultura, sea quien sea el gobierno, que se elimine la presencia de Dios y de aquellos que hablan por él. Esa es nuestra lucha en estos momentos, que debemos superar con trabajo y sinceridad».

Osoro también se refirió a los últimos recortes en educación protagonizados por la Generalitat y comentó que «sé que a algunos de vosotros os han bajado al sueldo a la mitad este año. No quiero decir mucho más, porque quizá no es el momento, lo estropeo y os castigan a algunos más». Acto seguido, el arzobispo destacó la necesidad del cometido de los profesores de religión y apuntó que «sois elegidos para hacer presente el horizonte que da Dios a la existencia humana. Vuestro trabajo es necesario y esencial».

Antonio Jiménez, portavoz del sindicato Apprece en la Comunitat Valenciana, atendió a Levante-EMV tras el acto. El representante sindical explicó que «un total de 58 profesores de religión se han quedado sin plaza en los dos últimos años y cerca de 80 docentes han visto como sus horarios y sueldos se veían reducidos a la mitad. Somos un otro colectivo más afectado por los recortes en Educación. El sector está muy preocupado por su estabilidad laboral».

Jiménez también confirmó la existencia de casos de ratios de alumnos superiores al límite legal en clases de religión en Alzira y Ontinyent y expuso que «es cierto que esto ya se ha dado otras veces. Lo que se debe hacer es llamar a la inspección educativa para que arregle la situación. No hay más».

Por último, comentó que «el número de alumnos que estudian religión mengua en Secundaria y esto ocurre porque en el 90 % de los centros no se gestionan bien las horas de atención educativa. Los chavales hacen deberes en estas lecciones y esto no es legal».