El extesorero del PP Ángel Sanchís considera que se encuentra en "un estado de indefensión" con su imputación por haber ayudado supuestamente a Luis Bárcenas a blanquear 3 millones de euros, dinero que asegura que le prestó para su negocio y del que dice desconocer si su procedencia era ilícita.

"Si no fuese porque hay un señor que se llama Bárcenas y ha sido tesorero y diputado del PP, yo no estaría imputado de nada", se queja el empresario valenciano, quien se siente indefenso porque dice que en España "la UDEF (Policía), la Fiscalía y el juez tienen presunción de veracidad y los imputados, presunción de mentir".

El extesorero popular asegura que su imputación se apoya en informes policiales que contienen "falsedades" y está convencido de poder demostrar su inocencia ante el juez del caso Bárcenas, Pablo Ruz. Sanchís, que ayudó a Manuel Fraga a fundar Alianza Popular y fue tesorero del PP entre 1982 y 1987, está imputado por cooperar con Bárcenas -les une una relación de amistad familiar- para "ocultar" parte de sus fondos en bancos Suizos cuando en 2009 estalló el caso Gürtel.

En concreto, los investigadores sustentan sus acusaciones en la transferencia de 3 millones de euros registrada en febrero de 2009 desde una cuenta de Bárcenas en Suiza a otra en Estados Unidos de Brixco, una sociedad de Sanchís comercializadora de limones para la finca argentina La Moraleja, también propiedad suya.

Asegura que esa transferencia responde a un préstamo que le hizo Bárcenas y que ambos negociaron en octubre de 2008, antes de Gürtel, en una "conversación intrascendente" durante la celebración de su aniversario de boda. En ella, Sanchís le ofreció que le diera un crédito cuando Bárcenas "se quejó de que perdía dinero en bolsa y quería invertir en otro tipo de activos", tras lo que formalizaron un contrato y le cobró de intereses "lo que cualquier banco".

No sabía de dónde venía el dinero

Insiste en que él no podía saber si ese dinero provenía de negocios ilícitos y los bancos le dijeron que los fondos "estaban libres de toda sospecha", por lo que considera que no se le puede imputar por blanqueo de capitales.

El empresario acudió a Suiza en febrero y marzo de 2009 con una carta firmada por Bárcenas que le otorgaba su representación y se interesó por la manera de hacer la transferencia en una conversación con la gestora de los fondos de este último en el Dresdner Bank, quien ha sido llamada a declarar por Ruz -a petición del propio Sanchís- para aclarar este aspecto.

"Si hubiera sabido lo que se hoy, obviamente ni hubiera aceptado el crédito, ni hubiera ido a Suiza ni hubiera hecho nada; me ha dado tantísimos quebraderos de cabeza y tantísimo perjuicio", afirma el imputado. Este perjuicio alcanza a la empresa que regentan sus hijos, La Moraleja, una de las compañías agroalimentarias más grandes de América.