La exconsellera de Bienestar Alicia de Miguel declaró ayer al juez de Gürtel que no dio órdenes a su equipo para favorecer a las empresas de Francisco Correa. El juez citó a De Miguel como imputada después de que el ex secretario autonómico de Familia Enrique Navarro asegurara que fue la exconsellera la responsable de la adjudicación a Orange Market de la presentación de los actos «Violencia de género. Tolerancia 0» en 2006, «Punto Final» en 2007 y «Balance General» en 2007. De Miguel, que presentó su dimisión como diputada el mismo día de su imputación, advirtió ayer al juez de que Enrique Navarro cuando fue la primera vez a declarar como testigo con la obligación de decir la verdad no la implicó y cuando compareció como imputado sí que la responsabilizó de los contratos.

La exconsellera insistió en que ella es médico hematóloga y que de las adjudicaciones se encargaba su equipo porque no tenía ni idea de cómo funcionaba la contratación. De Miguel reiteró que no sabía ni con quién se contrataba ni por qué. La imputada admitió que contactó con Navarro para pedirle explicaciones por responsabilizarla de los contratos y que él le dijo que lo lamentaba mucho pero que tenía hijos.

Alicia de Miguel reconoció que era la máxima responsable de la conselleria, pero reiteró que nunca daba órdenes sobre las contrataciones porque se fiaba del criterio de su equipo.