La Asociación contra la Corrupción dio ayer otro golpe de efecto al hacer pública la nómina del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para denunciar que el jefe del Consell percibe, además de la retribución que figura en los presupuestos, la indemnización por residencia, el conocido como plus de vivienda. Este complemento lo perciben todos los altos cargos que tienen su domicilio familiar fuera de Valencia, pero necesitan pernoctar en el cap i casal por las obligaciones de su puesto.

El cobro de esta indemnización por parte de Fabra ya era conocido. En su momento, Presidencia explicó que Fabra, aunque mantenía su vivienda en Castelló, se tenía que quedar muchas veces en hoteles en Valencia, que pagaba de su bolsillo. Desde hace unos meses, el jefe del Consell ya tiene una vivienda en Valencia, aunque sigue empadronado en Castelló. Para la asociación, sin embargo, no tendría que haber percibido este complemento, al menos mientras que no tuvo casa en Valencia y lo califican de "vergonzoso". Según la documentación aireada por la asociación, Fabra empezó a cobrar el plus (788,85 euros) en diciembre de 2011, fecha en que autorizó el gasto por la subsecretaría de la Conselleria de Presidencia. La nómina aireada corresponde al mes de junio y asciende a 6.423,51 euros brutos (5.634,66 en concepto de retribución de alto cargo y el resto por el plus de la vivienda)

La trascedencia de la filtración está en que se trata de unos papeles que tienen caracter reservado y que nunca hasta ahora se habían difundido: nómina, empadronamiento y resolución interna.

Llueve sobre mojado, ya que esta misma semana la entidad, que ganó protagonismo antes de verano al presentar varias denuncias contra el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, y el propio presidente, difundió la factura de la Abogada General de la Generalitat, Cristina Macias, tras denunciar un gasto de más de 7.000 euros en el mes de junio. Telefónica los achacó a un error en la aplicación de la tarifa de datos.

La asociación, que en las últimas semanas ha visto fracasar su ofensiva judicial (todas sus denuncias y querellas han acabado en archivo), ha cambiado de estrategia y ha decidido poner en un brete al presidente aireando los citados papeles. Hace dos días, la entidad difundió a través de su web los nuevos nombramientos en Presidencia lanzando el nombre de Rafael Sánchez Pellejero como nuevo subsecretario y el de la funcionaria Vicenta Grau, como responsable de la secretaria general administrativa. La propuesta debía ser aprobada en el pleno del Consell del viernes, como así fue. Esta situación ha generado inquietud en el entorno del presidente ante la posible existencia de un infiltrado en la Plaza de Manises. De hecho, los cambios en Presidencia, ratificados ayer por acuerdo del Ejecutivo valenciano, buscan precisamente reforzar el control sobre una de las áreas más sensibles de Presidencia. El presidente ha situado en la subsecretaria de Presidencia, a una persona de su estricta confianza, una decisión con la que, entre otras cuestiones, quiere atajar la filtración de documentos. La plaza estaba libre desde hace tres semanas por la marcha de Jesús Marín, una persona de la máxima confianza del vicepresidente José Císcar.

El conseller de Presidencia y Agricultura postuló sin éxito a varios sustitutos, pero Fabra no aceptó que este puesto, clave en el organigrama de Presidencia y por donde pasa información sensible tanto de personal como económica, siguiera bajo su órbita. El vicepresidente ha visto reducir su área de poder, que ya quedó mutilada cuando Fabra elevó a secretaria autonómica de Coordinación y Organización, a Esther Pastor.

Tanto Sánchez Pellejero como Vicenta Grau, una funcionaria con fama de mano dura, llegan pues al Palau con el reto de estrechar el control interno y detectar las posibles fugas de información. Las fuentes consultadas indicaron que Fabra ha dado manos libres a ambos para que, llegado el caso, reorganicen el servicio y se aseguren de que no se produzcan nuevas filtraciones. La investigación interna se da por hecho en Presidencia. Tampoco se descarta tomar otras medidas, incluso de tipo legal contra la asociación, incluso que actúe la Abogacía de la Generalitat.

Sobre el origen de las filtraciones se ha desatadado todo tipo de elucubraciones. En el Palau no se descarta que el posible topo esté dentro, aunque otras fuentes de Presidencia sigue apuntando al entorno del exconseller Rafael Blasco bajo la premisa de que estuvo muchos años en la Administración y podría seguir teniendo acceso a información sensible.

La difusión de la nómima fue vista ayer en el Palau como un intento de "desestabilizar" al presidente, si bien Presidencia se mostró totalmente tranquila con los datos, ya que, recordaron el presidente es transparente y el importe de la nómina evidencia que es uno de los presidente autonómicos más austeros de España.

Al Císcar no le ha hecho ninguna gracia perder el control sobre la subsecretaria de Presidencia, pero ayer, durante la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, trago quina. Fue el quien informó del nombramiento del hasta ahora director general de Economía, Sánchez Pellejero. A preguntas de los periodistas, Císcar asumió que fue el presidente quien le impuso el nombre tras barajarse varios alternativas. Mantuvo que se sentía "satisfecho" con Sánchez Pellejero por tratarse de una persona "muy cualificada y preparada". "Yo a Pellejero le conozco desde que entró en la administración y es un gran profesional". "Una persona que propone el presidente de la Generalitat es válida seguro", remarcó. El pleno designó a Raúl Martín Calvo, ingeniero en Informática y Master en dirección de Empresas, como nuevo director general de Economía. j. r. valencia