La primera jornada del juicio al expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra por tráfico de influencias, cohecho y fraude fiscal se ha desarrollado sin declaraciones de los imputados y con la decisión de la Audiencia de mantener a la Unión de Consumidores (UCE) como acusación particular.

acusan a Fabra de aprovechar su cargo para mediar ante instituciones para obtener licencias para los productos que fabricaba la empresa de Vilar.

Fabra, tranquilo

El juicio que sienta a Fabra en el banquillo de los acusados ha comenzado la vista contra él a las 10.20 horas, con 20 minutos de retraso.

El exdirigente popular, que ha entrado en la sala con un maletín, se ha sentado en el banquillo junto al resto de acusados, su exmujer, María Amparo Fernández; el empresario Vicente Vilar, que cumple condena por otra causa por lo que está esposado; su exesposa, Montserrat Vives y el exsenador del PP Miguel Prim.

La vista ha comenzado con mucha de expectación de medios de comunicación. Una de las hijas de Fabra, Claudia, ha estado junto a sus padres en esta jornada. A la llegada del exdirigente 'popular' dos personas han exclamado: "¡Castellón está contigo".

La vista ha arrancado con la lectura por parte del secretario judicial de las calificaciones provisionales de las partes. El interrogatorio de los acusados se ha previsto para las tres primeras jornadas de este juicio, que se prolongará hasta el día 30 de octubre.

La vista está presidida por Esteban Solaz, quien está acompañado de los magistrados Aurora de Diego y Pedro Luis Garrido, ha comenzado con la lectura de las calificaciones de las partes, que se está prolongando durante la mañana.

Fabra asiste a este trámite con semblante tranquilo y mirando papeles e, incluso, ha llegado a sonreír durante la lectura de la calificación de al acusación popular, que ejerce la Unión de Consumidores.