La llamada a la sociedad civil para relanzar la imagen de la Comunitat Valenciana realizada por el presidente Alberto Fabra hace ocho meses se concretó ayer en un acto en el edificio Veles i Vents del Puerto de Valencia, una cita a la que Presidencia de la Generalitat logró atraer a unas 400 personas, si bien con ausencias notables y con muchos habituales de los actos del PP.

Pese a ello, el jefe del Consell intentó durante su discurso separar su oferta de «cualquier sigla» y proclamó que él era uno de los mil firmantes del acuerdo «por convicción propia, antes personal que política». Aunque su intervención fue sobre todo optimista «empezamos a respirar, dijo no rehuyó la autocrítica ya que asumió que «el primer paso» para espantar el «desprestigio» en que ha caído la C. Valenciana está en «aceptar que los modelos del pasado no sirven en el presente y que se debe trabajar de forma diferente si queremos resultados distintas».

«Hay que asumir los errores del pasado y rectificar». Fabra emplazó a la sociedad a trabajar unida para exigir «lo que nos corresponde» ya que «los cambios llegarán con el esfuerzo de muchos». En su lista incluyó el agua, el Corredor Mediterráneo, más inversiones del Estado, una nueva financiación y el empleo. Con todo, en su discurso, plagado de buenas intenciones y frases grandilocuentes, no incluyó ninguna medida de acción concreta más allá que el llamamiento a recuperar la autoestima. «Estamos marcando un hito en la historia de la Comunitat», proclamó.

Sólo Roca usó el valenciano

El discurso de Fabra cerró un acto conducido por la periodista Nuria Roca y que fue precedido por las intervenciones de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y los «rostros» escogidos por el Consell para representar a la sociedad civil: el presidente de Ford España, José Manuel Machado; el profesor investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), Javier Quesada Ibañez; el presidente de Cruz Roja, Fernando del Rosario y la presentadora Cristina Tárrega. Sólo Nuria Roca habló en valenciano.

La alcaldesa de Valencia defendió que era «urgente» y «apremiante» dar una respuesta «sólida» para forjar una comunidad de «prosperidad y solidaridad» que ha sufrido la feroz «embestida» de la crisis. Barberá pidió «pasar a la acción» para «poner en valor nuestros aciertos, huir de antiguos errores, y defender nuestros intereses».

Por su parte, Fernando del Rosario pidió la participación de todos en la recuperación pero «sin exclusiones». En su opinión la salida de la crisis, no será si sólo lo hace una parte de la sociedad y puso el foco en los «olvidados» y en los pobres. Por su parte, Javier Quesada subrayó que hay que tomar conciencia de la «gravedad» de los problemas y reiteró que el sistema de financiación autonómica «nos discrimina de manera permanente y por eso está justificado que pidamos que se cambie cuanto antes». «No nos parece justo que sin merecerlo nos toque estar entre los últimos de la cola», proclamó. José Manuel Machado hizó un repaso por la trayectoria de la factoría y rememoró los momentos críticos. «Hoy estamos de cine», dijo y mostró su deseo de que la Comunitat avance como lo está haciendo su compañía.

Cristina Tárrega, quien optó por no leer el discurso que llevaba preparado, improvisó un alegato sobre su valencianía. «Se me llena la boca de decir la nostra C. Valenciana». «Todo, Valencia es muy grande y somos poderosos porque tenemos ganas», subrayó.

Presidencia no facilitó los datos de los mil firmantes alegando problemas con la ley de protección de de protección de datos.