El barco del activismo de la normalización lingüística de Escola Valenciana ha navegado durante más de 20 años contra viento y marea de temporales políticos y conflictos lingüísticos. Sin embargo, la crisis que atraviesa la sociedad valenciana amenaza con varar por falta de fondos al buque insignia de la promoción del valenciano.

El presidente de Escola Valenciana, Vicent Moreno, flanqueado por el resto de sus predecesores al frente de esta plataforma cívica, Diego Gómez, Vicent Romans, Carme Miquel y Josep Chaqués, hizo un llamamiento ayer a la sociedad para recaudar 60.000 euros en 40 días a través de una campaña de micromecenazgo en internet (www.escolavalenciana.org/verkami) en la que se pueden hacer donaciones desde 10 euros hasta 3.000.

«Entre todos hemos de conseguir mantener viva la llama del valenciano y remar para que este barco continue navegando con acciones concretas», destacó Moreno. «Hoy por hoy, esto peligra, si no conseguimos el objetivo económico de este micromecenazgo social, gran parte de nuestras actividades se desactivaran en unos meses».

El activismo de Escola va mucho más allá de las Trobades d'Escoles en Valencià, que reúnen a más de 200.000 personas cada año. Si bien, según Moreno las Trobades seguirán haciéndose, están en el aire proyectos tan importantes para la normalización lingüística como el cine en valenciano para escolares en salas comerciales, la potenciación de los grupos de música en nuestra lengua a través de la Gira, la Oficina de Drets Lingüístics que asesora jurídicamente a padres de alumnos y a personas a las cuales se les deniega el derecho a estudiar o vivir en valenciano, e incluso el premio escolar Sambori de literatura en valenciano en el que participan más de 74.000 niños, «el concurso literario más grande del mundo entero, que no tiene ninguna ayuda y que si fuera en castellano tendría de todo», lamenta Chaqués.

El SOS de Escola, según Gómez, es un llamamiento de «mucha angustia» pues la entidad revela que en estos últimos tres años las subvenciones públicas globales a las que ha recibido de la Generalitat se han reducido en un 72,3 %, y las estatales han desaparecido.

Escola, según Moreno, siempre ha intentado ser «autosuficiente» a través de la venta de agendas escolares, camisetas rifas e incluso lanzó una campaña ahora hace casi dos años para lograr 3.500 «amigos» que aportaran cada mes 5 euros a la entidad. El objetivo era recaudar 210.000 euros al año.

Sin embargo, la autosubsistencia de Escola ha topado con la crisis de la economía familiar «porque la situación está como está», se queja Moreno. Las agendas ya no se compran «en los chinos puedes encontrar agendas por un euro», dice Carme Miquel, venden la mitad de rifa y un 70 % de camisetas menos, y únicamente han logrado reunir 700 amigos que apenas le reportan 42.000 euros al año, el 20 % de lo previsto. Para subvertir esta situación apelan al corazón de los que aman al valenciano al grito de «¡la lengua te necesita!». «¿Quién no tiene 10 euros en 40 días por el valenciano?», se pregunta Romans.