La nueva ley de acceso a la profesión de abogado ha provocado una avalancha de colegiaciones. Más de 200 licenciados en Derecho se han inscrito en el Ilustre Colegio de Abogados de Valencia en los últimos meses para evitar pasar por unas prácticas externas y un examen como exige la nueva normativa.

Esta cifra duplica el número habitual de colegiados en un curso, según indicó ayer a Levante-EMV Mariano Durán, decano del Colegio de Abogados. «Hasta el último día, el pasado jueves, recibimos decenas de solicitudes», explicó el máximo representante de los letrados valencianos. El objeto de dicha ley, que entró en vigor el 31 de octubre, es regular el título profesional, para lo cual se establece un «sistema de excelencia» basado en un máster mixto, con formación teórica y práctica (50 % de los créditos de cada rama) y la realización de una evaluación de la aptitud profesional, el llamado examen de estado. Después de estos trámites, es necesario colegiarse si se quiere acceder a los tribunales.

Para los que se titularon con el plan de estudios de licenciatura existe una moratoria de dos años para colegiarse si quieren evitar el máster y el examen de estado. Aunque son pocos, en algunas universidades todavía quedan alumnos que o bien por haber cursado una doble titulación o por causas médicas todavía están matriculados en una licenciatura. Para los graduados no hay opción: deberán pasar por ambos procesos.

«La mayoría de los nuevos colegiados son titulados no ejercientes, esto es, gente que se dedica a la docencia, a la empresa privada o a la función pública por ejemplo. Un catedrático que lleva 20 años dando clase, si algún día quiere llevar algún caso, no se va a poner a hacer un máster y un examen», aclaró el decano.

En este sentido, algunos de los colegiados manifestaron su desacuerdo con la medida, que sin embargo viene exigiéndose desde 1927. «Esto se traduce en pasar obligatoriamente o por un máster o por pagarle al colegio mínimo todo un año», se lamentaba G. B., licenciada por la Universitat de València. «La cuestión es sacarnos el dinero», añadió. Y es que, efectivamente, para escaquearse del máster es necesario acreditar haber estado al menos un año inscrito en el colegio oficial. «Algunos compañeros mios se colegiaron durante un mes y se borraron, porque es caro. Pensaron que así ya podían evitar el máster, pero no», añadió la joven.

Efecto llamada en Europa

«Éramos los únicos de toda la Unión Europea que no teníamos un examen de estado para acceder al ejercicio de la abogacía, simplemente con colegiarse bastaba», explicó Durán. De ahí la demanda casi centenaria del gremio para regular este acceso.

El hecho de no tener que pasar por una evaluación estatal para determinar quién puede defender ante un tribunal a un ciudadano se ha convertido en un efecto llamada para el resto de países que sí lo tienen. En especial, para los italianos, donde «l´esame di stato» es especialmente duro y se debe realizar obligatoriamente para ejercer profesiones tales como abogado, arquitecto o periodista.

«Muchos italianos venían a España a colegiarse, aunque fuera como no ejerciente. Al cabo de tres años ya estaban exentos de realizar el examen de estado en su país: ya podían ejercer», señaló el decano del colegio valenciano.