Estupefacción. Esta es la palabra que quizás mejor define el sentimiento que ayer produjo en la organización popular la decisión de Alberto Fabra de poner fin a las emisiones de Canal 9. Aunque el Consell había barajado abiertamente la opción de cerrar RTVV si finalmente la sentencia declaraba la nulidad del ERE, pocos en el PP, excepto los más cercanos a Fabra, creían que el presidente sería capaz de tomar una medida de estas características. Dirigentes consultados por este diario se mostraban divididos respecto a lo ocurrido ayer. Algunos hablaban de un error monumental y el mayor desatino cometido por Fabra en sus dos años en la Generalitat y entendían que definitivamente lastrará su carrera política. Algunos incluso iban más lejos al pedir responsabilidades políticas.

Sostienen en el PPCV que Canal 9 era una seña de identidad irrenunciable en una comunidad con lengua propia y que su desaparición simboliza claramente la ruinosa gestión del PP y la debilidad del presidente. Para este sector del PPCV, el Consell debería haber agotado todas las posibilidades antes de decretar el cierre. En concreto, estas voces apuntaban a que si el Consell hubiera recurrido al Tribunal Supremo al menos se habría ganado tiempo para negociar con los sindicatos una posible salida. "Sin Canal 9 no habrá ni cremà de fallas ni discurso de Fin de Año del presidente, ni partidos de fútbol retransmitidos en valenciano", apuntaba un dirigente.

Sin ir más lejos hace apenas una semana el número dos del PPCV, Serafín Castellano, se pronunció sin ambages a favor de la supervivencia de la cadena: "Canal 9 tiene que continuar si o sí". Unas palabras que al día siguiente fueron puestas en solfa desde el Consell, pero que evidencian que para un sector del partido de la gaviota, Canal 9 era un símbolo irrenunciable. No en vano, durante años TVV ha sido un instrumento fundamental al servicio al PPCV, un altavoz del que el Consell ha privado de forma sistemática a la oposición. No es de extrañar que muchos ayer en el PP expresaran su temor a que el cierre de RTVV complique aún más las expectativas electorales del PP.

Sin embargo, no todas las voces eran críticas con Fabra. Muchos, incluso algunos de los considerados críticos al presidente, defendían ayer en privado la decisión adoptada bajo la creencia de que no existía más salida. Desde el entorno del presidente se insistía ayer en que suspender las emisiones era la decisión más difícil y valiente de las adoptadas, aunque se admitía que habrá que lidiar con una crisis de consecuencias incalculables. Por lo pronto, la imagen de los trabajadores de RTVV informando en directo del cierre y criticando duramente al Consell dio ayer la vuelta por toda España, un golpe más a la imagen de una Comunitat que parece en liquidación total.

Fabra comparece hoy

De momento, la gestión inicial de la crisis desató también críticas, ya que, a pesar de que la opción de la nulidad estaba encima de la mesa desde hace tiempo, se proyectó, según algunos, cierta imagen de improvisación. Presidencia informó del cierre mediante un comunicado en el que se responsabiliza de todo lo ocurrido a la dirección de RTVV. Ni Fabra ni ningún conseller salió a dar la cara, excepto el vicepresidente Císcar, que entrada la noche hizo unas declaraciones a TVE. Presidencia anunció la comparecencia para hoy miércoles del jefe del Consell.