Los responsables del PP y del Consell han comenzado a sentir en sus carnes la presión de los periodistas de RTVV, cuya sensibilidad está a flor de piel, en los actos a los que acuden. La tensión es tal que han empezado a tomar precauciones para evitar en la medida de lo posible las protestas de los trabajadores de Nou. Algunas convocatorias no se publicitan o se trasladan en el último momento mientras que no parece casual que el PP celebrara ayer la junta directiva, que siempre se hace en la sede del partido, en un hotel, con un coste económico. El presidente Alberto Fabra ya ha experimentado las pancartas en sus actos mientras que ayer el vicepresidente, José Císcar, responsable político de Canal 9, vivió ayer en primera persona una escena cargada de tensión.

Císcar salía de la comisión de Presupuestos sin dar explicaciones sobre el ERE pero fuera lo esperaban los periodistas. «Como autor intelectual del ERE declarado nulo por la justicia, ¿piensa dimitir?«, lo inquirió un informador de Nou. Císcar eludió responder, remitiéndose a su rueda de prensa tras el pleno del Consell de hoy. «¿Pero no piensa dimitir antes y así nos evitaría esto?», insistió el periodista.

Redactores y cámaras siguieron al vicepresidente por los pasillos de las Corts y por la calle unos 20 metros, hasta el coche oficial, mientras crecía la tensión por la petición del trabajador de RTVV para que se detuviera: «Quiero que sea persona y me atienda porque van a tirar gente a la calle. ¡Bájese del coche oficial, ya!» «Solo deseo que sus hijos no tengan jefes y dirigentes como ustedes», le increpó. Císcar se metió en el coche y la discusión siguió con el responsable de prensa del conseller, quien intentaba calmar los ánimos. «Es vicepresidente porque se apoya en 9 diputados imputados por corrupción pero a esos no les van a hacer un ERE, sino a los trabajadores», indicó.