En el cuarto día de crisis, el Consell ha pedido perdón por "los errores que se hayan podido cometer en RTVV por gobiernos del Partido Popular", ha anunciado que no entra en sus planes reabrir una futura televisión pública y ha descargado de nuevo todas las responsabilidades sobre la actual y anteriores direcciones de RTVV, culpables, según el Consell, de haber tomado las decisiones que han provocado la nulidad del ERE. Así lo cree y así lo ha manifestado el portavoz del gobierno de Alberto Fabra, José Císcar, en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, una comparecencia que ha durado más de hora y media y en la que la práctica totalidad de las preguntas ha versado sobre lo sucedido los últimos días tras el anuncio de cierre de RTVV.

Durante su intervención, el portavoz del Consell ha descartado cualquier opción que no sea la liquidación y cierre de la televisión pública, incluida la privatización. En esta línea, también ha descartado que se vaya a crear una nueva televisión de las cenizas de la que ahora cierra: "Este gobierno descarta absolutamente crear una nueva televisión".

Ahora sólo queda readmitir a los trabajadores despedidos cuando la sentencia sea firme y proceder a la liquidación de ente. El coste de la liquidación estará entorno a los 70 millones de euros, de los cuales la conselleria de Hacienda estima que 60 millones deberán destinarse a indemnizar con 45 días por año a los trabajadores. Los que fueron afectados por el ERE verán completada su indemnización con 23 días por año y los nuevos despedido percibirán los 45 correspondientes. El resto, casi diez millones, se destinará a salarios de tramitación. El coste lo asumirá la Generalitat en los presupuestos de 2014.

Despedidos los trabajadores, quedarán un edificio protegido valorado en 32 millones y un patrimonio documental, memoria de todos los valencianos, que el Consell ha prometido hoy proteger.

Responsabilidades políticas

"A lo largo de toda su existencia estamos seguros de que se han tomado decisiones erróneas, tanto desde el PP como desde el PSO. Para aquellas decisiones que sean erróneas y que se hayan tomado desde Gobiernos del Partido Popular nosotros las asumimos y pedimos perdón". Con esta fórmula, José Císcar pedía perdón en nombre del Gobierno de Alberto Fabra, pero cargaba a continuación contra los últimos directores generales, y en especial contra Rosa Vidal, por haber autorizado la desafección de trabajadores, o lo que es lo mismo, la repesca de trabajadores afectados por el ERE.

EL Consell considera ésta la única causa de nulidad y la razón que ha llevado al cierre de RTVV. "Así lo recoge la sentencia, que es muy clara al respecto", insisten desde Presidència. El Consell cuenta con dos informes, el de la abogacía de la Generalitat y el del despacho de abogados de Garrigues, encargado en su momento de diseñar el ERE, y que avalan que este fue el principal motivo de nulidad del ERE.

Por ello, el vicepresidente del Consell se ha desmarcado de lo sucedido pese a ser el responsable político de RTVV y ha descargado todas las culpas en Rosa Vidal a la que recuerda que se advirtió insistentemente que no debía recuperar como hizo a 186 trabajadores. "No descubro nada nuevo si les digo que esos cambios en la ejecución de la sentencia no nos estaban gustando, pero por prudencia teníamos que guardar silencio al respecto", ha defendido. "Yo he defendido que el ere se había realizado de forma minuciosa y respetando siempre la ley. La sentencia dictada nos da la razón. Otra cosa es la ejecución", ha insistido durante toda la rueda de prensa.

Preguntado por su responsabilidad directa en la crisis de RTVV, Císcar ha descartado dimitir y ha concretado que no ha puesto su cargo a disposición del presidente en ningún momento. "No me siento responsable. Me siento afectado", ha zanjado.

A pesar de la moderada autocrítica y la feroz acusación contra la ya exdirectora general, el Consell ha justificado gastos como los del fútbol y ha defendido la elección de Vidal para el cargo por su "currículum envidiable", a la vez que defendía que se trató de una decisión colegiada por el Pleno del Consell, evitando señalar a aquel que la propuso. "Ahora se cuestiona el gasto del fútbol, pero todos veíamos los partidos de Champions y todos estabamos de acuerdo", ha reivindicado.