Cuando la etapa de Francisco Camps no había hecho más que comenzar, la Sindicatura de Comptes ya alertaba del riesgo de quiebra de RTVV, aunque nunca tuvo eco en el Gobierno. Los informes anuales del organismo de control han ido señalando de manera reiterada que «como consecuencia de las pérdidas acumuladas y la insuficiencia de las aportaciones de fondos, RTVV se encuentra en uno de los supuestos de disolución previstos en la ley», añadiendo que «el desequilibrio patrimonial se inició en el ejercicio 2000, a raíz del cambio en la financiación, que a partir de ese momento se efectúa por endeudamiento bancario». Motivado por los balances anuales, la Sindicatura pedía que se «adoptaran medidas con el objeto de reequilibrar la situación patrimonial» y un plan de viabilidad. Pero no sólo se quedaban ahí las recomendaciones del organismo, sino que también la Sindicatura hacía énfasis en cuestiones como los procesos de contratación, los gastos en dietas, la inversión en la compra de programas y de partidos amistosos de fútbol. c. p. valencia