Cuando el pasado martes el Consell confirmó el cierre de RTVV tras la anulación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) decretado hace un año por parte del TSJCV, las redes sociales se convirtieron en el altavoz ideal para el clamor de una sociedad valenciana que no se resigna a perder su televisión y radio públicas. Ayer, cuatro días después de la decisión del Ejecutivo autonómico, la indignación tomó la calle.

Miles de valencianos „8.000 según la Policía Local y 50.000 según los organizadores„ participaron en la manifestación convocada por el comité de empresa de RTVV contra el apagón, en una de las marchas más multitudinarias de los últimos tiempos en el cap i casal. Y eso que han habido varias.

Convocada a las 18 horas, las pocas personas que se dejaban ver sobre las 17.30 horas en la Plaza de San Agustín llevaban a pensar en que la concentración «pincharía». Sin embargo, en pocos minutos todo se precipitó. Mientras los trabajadores de la empresa ultimaban los detalles de la carroza que se iba a convertir en un plató móvil que iba a retransmitir el devenir de la concentración, ciudadanos procedentes de los cuatro puntos cardinales comenzaron a atestar el centro de Valencia. Conforme se acercaba la hora para el inicio de la protesta, cada vez llegaban más y más personas.

Los periodistas Clara Castelló, afectada por el ERE, y Joan Espinosa fueron los encargados de «conducir» la protesta a lomos de la carroza. La presentadora fue la primera en tomar la palabra y destacó que «no nos pueden decir que hay elegir entre sanidad y educación y RTVV, todos los derechos fundamentales son compatibles» y pidió al Consell que «escuche la voz de la sociedad, ya que una radio y televisión públicas son necesarias y viables».

Las palabras de Castelló se vieron acompañadas por un cántico que se convirtió en el más repetido por los asistentes: «Fabra, dimisión». Los ciudadanos congregados ayer no dudaron a la hora de señalar a la figura del presidente del Consell como el principal culpable del apagón.

Eran las 18.10, la macromanifestación había empezado. Al inicio de la protesta se podía leer una primera pancarta, ataviada con el lema «RTVV no es tanca, es la teua» y portada por representantes de la cultura, los agentes sociales y el deporte de la C. Valenciana. Entre ellos se encontraban los actores Rosana Pastor y Ferrán Gadea, los cantautores Feliu Ventura y Vicent Torrent (Al Tall), Pere Borrego (presidente de la Falla Na Jordana), Vicent Moreno (presidente de Escola Valenciana), el pilotari Waldo y los secretarios generales de UGT y CC OO en la Comunitat Valenciana, Conrado Hernández y Paco Molina.

Todas las personalidades reunidas entonaron un canto de lamento común en contra del cierre de RTVV. La actriz Rosana Pastor, que comenzó su andadura profesional como presentadora en los platós de Canal 9, leyó el manifiesto final de la cita. Atendió a Levante-EMV y apuntó que «el cierre de Canal 9 o su privatización si se diera el caso no solucionan nada y estoy totalmente en contra de estas opciones. Yo lo que defiendo es una RTVV de calidad, plural y digna... no lo que ha habido en todo este tiempo».

En el manifiesto con el que finalizó la cita, Pastor argumentó que «son otros los que han pervertido los objetivos de RTVV y la han convertido en una herramienta de manipulación y propaganda. Son otros los que la han llevado a la ruina... No reclamamos volver al pasado, queremos ver el futuro. Queremos ser el espejo donde se puedan mirar los valencianos y por eso hemos salido a la calle. Para decir que RTVV es nuestra y la queremos nuestra».

Por su parte, el intérprete Feliu Ventura apuntó que «en 24 años he ido cuatro o cinco veces a Canal 9 y tampoco han ido muchos más cantantes en valenciano. Silenciaban nuestra música, nuestra cultura. Estoy en contra del cierre, ya que creo que los valencianos nos merecemos otra radio y otra televisión».

«Deben pagar por sus actos»

Vicent Moreno „presidente de Escola Valenciana„ explicó que «el valenciano debe estar presente en las escuelas y en los medios de comunicación. Por ello, el cierre de RTVV es una debacle para nuestra sociedad. ¿Cuántos niños han aprendido a hablar nuestra lengua con los personajes de dibujos animados que veían en la televisión?». Josep Chaques, primer presidente de Escola Valenciana, fue mucho más contundente en sus palabras: «los que han robado deberían pagar por sus actos. Ahora, los ladrones ya no vienen de Almansa». Paco Molina y Conrado Hernández, secretarios generales de UGT y CC. OO en la C. Valenciana, animaron al Consell «a recapacitar y volver a negociar: no es posible cerrar RTVV».

Los trabajadores afectados por el cierre eran los portadores de una segunda pancarta que rezaba el lema «los trabajadores no somos los culpables». Salut Alcover, portavoz del comité de empresa de RTVV, pidió a la Generalitat que «cambie su postura y reconsidere el cierre de un servicio esencial para el autogobierno».

De forma solapada a la protesta coordinada ende Valencia, también se organizaron marchas contra el apagón de la televisión y la radio públicas valencianas en Castelló y Alicante, donde participaron cientos de personas. Las protestas arrancaron en la plaza de las Aulas, en la capital de la Plana, y en la Avenida de Aguilera, frente a la sede de RTVV, en la ciudad de Alicante.