La creación de RTVV tenía como uno de sus principales objetivos el de convertirse en el eje fundamental sobre el que girara un sector audiovisual genuinamente valenciano que pudiera ayudar a crear puestos de trabajo. Los servicios externalizados de la televisión generaron también numerosos empleos que se fueron consolidando con el tiempo y que desaparecerán en menos de un mes si la empresa pública se cierra. En total, unos 4.600 empleos directos se destruirán con la liquidación propuesta por el Consell de Alberto Fabra.

Actores, dobladores, vigilantes de seguridad y camareros, son algunos de estos puestos de trabajo del sector privado que desaparecerán. De hecho, fuentes del sector de la seguridad han confirmado a este periódico que parte de los 45 vigilantes que custodian los edificios y las unidades móviles de la televisión y la radio ya saben que se irán a la calle. Y eso que hay un contrato vigente de 2.733.087,54 euros.

Sin duda el grueso más grande en destrucción de empleo será el vinculado a las productoras privadas. Según Ximo Pérez, presidente de la mayoritaria Associació de Productors Audiovisuals, el cierre de RTVV destruirá 3.000 empleos y abocará al cierre de 120 empresas. En este montante de nuevos parados se incluyen técnicos audiovisuales, actores, dobladores y personal de producción. Pérez añade que podrían desaparecer otros 3.000 puestos indirectos en empresas de distribución de material, hostelería o maquillaje.

Los que tampoco tendrán opción de trabajar en RTVV serán los alumnos que finalicen sus carreras en Comunicación Audiovisual y Periodismo. En 2010 la televisión pública sacó 70 plazas anuales y bianuales de prácticas remuneradas entre 1.000 y 2.000 euros al mes. Periodistas, documentalistas, grafistas, programadores, asesores lingüísticos o técnicos en electrónica. Todo personal cualificado que, en muchas ocasiones, consiguió afianzar el puesto.

En contratos de mantenimiento bianuales RTVV se gastaba 1,2 millones de euros, lo que supone una decena de puestos de trabajo que desaparecerán. Lo mismo pasa con el servicio de cafetería y comedor por el que se abonaron 450.000 euros para cuatro años y lo que supondrá la eliminación de media docena de puestos de trabajo. Pasará igual con la limpieza y la jardinería, donde desaparecerán otros quince empleos en las sedes de Castelló, Valencia y Alicante. De peluquería y maquillaje, como explicó el estilista Tono Sanmartín, desaparecerán 11 puestos laborales.

También hay que hablar de las empresas suministradoras de material electrónico, cámaras y otros utensilios especializados que verán como un potente proveedor desaparece. No sólo los más de 1.500 trabajadores de la antigua y la nueva RTVV se tendrán que apuntar al paro.