Entre kilo y medio y dos kilos del peso total del cuerpo que marca la báscula son bacterias. Las hay por todas partes: en la piel, en las vías respiratorias, en la vagina, en el sistema digestivo, en la boca... Muchas de ellas están superespecializadas y producen antibióticos naturales para luchar contra las bacterias enemigas, como en el escenario de La guerra de las galaxias, donde el universo es el interior del cuerpo humano. Una investigación que arrancó hace cinco años a partir de la observación de un hecho cotidiano una persona que no tenía caries y cuyo novio había dejado de tenerlas tras iniciar la relación con ella activó la curiosidad científica de Alejandro Mira (Alicante,1972), biólogo doctorado en Oxford e investigador del Área de Genómica y Salud de la Fundación Fisabio. ¿Habría personas se planteó que tendrían bacterias diferentes en la boca capaces de acabar con las que provocan la caries?

Un estudio con 120 voluntarios sin caries confirmó la hipótesis, al aislar en el interior de la boca de 118 de ellos una bacteria diferente, de la misma familia de los streptococcus, que Mira apodó como dentisani al observar en una placa de cultivo que a su alrededor se generaba un halo de inhibición al que no podían acceder ni crecer las bacterias mutans, causantes de la caries. «Haber descubierto algo de este nivel es muy emocionante», expresó Mira a Levante-EMV.

Su mente científica dio el salto inmediato: 'si conseguimos inocularlas en la boca de las personas con caries, podríamos erradicar la enfermedad´.

Un ensayo más amplio con esta nueva bacteria que identificó el equipo de Alejandro Mira (Anny Camelo, Raúl Cabrera, Pedro Belda y los estudiantes Pedro J. Cabello y Miriam Guillén) se trasladó al Centro Académico de Dentición de Amsterdam (ACTA), referente mundial, donde se encuentra el modelo de boca artificial más parecido a la placa dental humana.

Las pruebas confirmaron que la presencia del streptococcus dentisani redujo entre tres y diez veces la producción de ácido que provoca la caries, lo que convierte a la bacteria del equipo valenciano (que es una de las 500 especies que existen en la boca) en un escudo de protección contra la mutans.

«Con la dentisani podemos combatir los organismos causantes de la caries y disminuir la incidencia de la enfermedad que afecta entre un 80 y un 90 % de la población mundial», apuntó Mira.

La Conselleria de Sanidad ha patentado ya el uso comercial nacional e internacional de la nueva bacteria para explotar su utilización como prebiótico en yogures, chicles o enjuague bucal, aunque antes hay que ensayar su efecto en animales y posteriormente con personas, por lo que se estima que estará disponible dentro de cinco años.