Cinco personas acuden cada día a urgencias con una intoxicación por consumo de benzodiacepinas, medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso central con efectos sedantes y que se prescriben para tratar la ansiedad e el insomnio, según informó ayer a Levante-EMV la directora de Dogodependencias, Sofía Tomás, que indicó que una parte de los asistidos son personas mayores que se han excedido de la dosis.

Las 39 Unidades de Conductas Adictivas de la C. Valenciana y los 56 centros de tratamiento ambulatorio han observado una importante disminución de solicitudes de tratamiento de desintoxicación en el último año, de 13.207 a 12.013, que afecta sobre todo al alcohol, cocaína y tabaco.

Mientras que las peticiones para deshabituarse del alcohol han disminuido un 11,65 %, las de cocaína han caído un 9,56 %,lo que supone 252 casos menos.

Las urgencias han atendido la mitad de pacientes por «atracones» de cocaína (del 56 al 28%), según indica la responsable sanitaria que valora este dato como una consecuencia «positiva» de la crisis. «A 60 euros el gramo, la gente no tiene dinero para comprar», explicó

Los profesionales de las UCAs atendieron también a 45 personas adictas al crack. La conselleria resaltó ayer que por primera vez aparecen notificaciones de consumo de alcohol con cocaína: 382 casos.

La crisis no ha reducido el consumo de tabaco, más bien al contrario, ya que el año pasado las peticiones de deshabituación cayeron un 8,42 % (162 casos menos). También hubo un 30% menos de tratamientos contra ludopatía (117 casos).

Sofía Tomás manifestó que la caída de tratamientos no significa que haya «disminuido el consumo , sino que hay un retardo a la hora de pedir ayuda». Las urgencias también han observado menos casos de intoxicación por policonsumo, aunque se mantienen las asistencias por intoxicación etílica. Y es más, muchos traumatismos que llegan a urgencias se producen porque la persona va «pasada de vueltas» de alcohol o de otras sustancias.