El notario de los duques de Palma en la trama del instituto Nóos y en la compraventa del palacete barcelonés de Pedralbes, Carlos Masià, también fue una de las personas que testificó ayer ante el juez que instruye este caso, José Castro. En esta ocasión Masià volvió a ratificar la versión de los hechos presentada en su su primera declaración, protagonizada a finales del pasado mes de abril.

De esta manera, expuso la tesis de que Iñaki Urdangarin y su exsocio Diego Torres se valieron de la infanta Cristina como «escudo fiscal», y que la esposa de Urdangarían tenía «dudas» de poder hacer frente a la hipoteca de dicho palacete. A su vez, el notario explicó que la infanta «no tenía constancia de que se hicieran pagos en dinero negro».

El testimonio de Masià fue uno de los más importantes de la intensa jornada que llevó ayer al juez Castro y al fiscal anticorrupción balear Pedro Horrach a Valencia, para investigar los contratos que firmó el Gobierno del expresidente Francisco Camps con el instituto Nóos para celebrar tres ediciones de Valencia Summit y unos Juegos europeos que nunca se llegaron a ejecutar que nunca se llegaron a celebrar. Según la investigación judicial, estos actos costaron al erario público cerca de cuatro millones de euros.

Masià, que declaró en calidad de testigo, añadió que tanto Urdangarin como Torres siguieron los consejos del cuñado de este último, Miguel Tejeiro, quien les aseguró que a los miembros de la Familia real «no les tocaba Hacienda», así creyeron que «tendrían a salvo Nóos». De esta manera, explicó el notario, recurrir a la hija del Rey era hacerlo a «una suerte de escudo fiscal». Su hipotética intención al contar con la presencia de la miembro de la Familia Real era la de evitar futuras inspecciones fiscales.

Sin papel en la gestión

El notario relató ante el juez Castro el papel que jugaban los dirigentes de Nóos. Así, sostuvo que Urdangarin era «el que llamaba a las puertas» y, en cambio, Torres «daba forma a los negocios».

En lo referente al autoalquiler del palacete de Pedralbes, Masià, sostuvo que tanto Torres como el duque de Palma le consultaron cómo debía ser el procedimiento. Además, el fedatario aseguró que «tenía constancia» de que tanto Torres como Urdangarin colocaron empleados ficticios en Aizoon para conseguir «amortizaciones aceleradas» por parte de Hacienda. Preguntado sobre el papel de la hija del Rey en esta sociedad mercantil „compartida con su marido„, el notario enfatizó que la infanta Cristina «nunca tuvo un papel activo en la gestión de Aizóon».