Los tratamientos preventivos para combatir el mosquito tigre (Aedes albopictus) cuya presencia acaban de confirmar los entomólogos, por primera vez, en Cullera, Gandia y Sueca, «es competencia de los ayuntamientos», advirtieron ayer a Levante-EMV fuentes del Ministerio de Sanidad y de la Conselleria de Medio Ambiente. «Es una responsabilidad a nivel municipal, aunque los ayuntamientos pueden actuar de forma conjunta con otros consistorios, las diputaciones o las comunidades autónomas para optimizar los costes del tratamiento», según explican fuentes del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del ministerio. «Los tratamientos no son caros si piensas en las consecuencias que evitas, pero sí son complejos de aplicar, porque aparecen en chalés y propiedades privadas, donde es más complicado actuar».

De ahí que las autoridades sanitarias insistan en la necesidad de «concienciar a la población para que eliminen los lugares potenciales de cría de estas especies como criaderos, botellas abandonadas, bebederos o macetas. En 10 centímetros cúbicos de agua se pueden criar 8 o 10 larvas mientras se mantenga una cantidad mínima de agua durante una semana». Desde el Ministerio de Sanidad sí que se mantiene, por ahora, la red de vigilancia para detectar la proliferación de este tipo de insectos invasores. Y la red sanitaria «también activa protocolos de actuación, en caso de detectar alguna de las enfermedades que propagan estos insectos».