El presidente de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), Ramon Ferrer, recalcó ayer, respecto al anuncio de cierre de RTVV, que esta institución quiere «un órgano como ese, en valenciano y para los valencianos» y en ese sentido planteó la posibilidad de «valencianizar» Aitana, el centro regional de Televisión Española, y que «emita unas horas al día» programación en valenciano y sobre temática valenciana. Ferrer, tras presentar la programación de l'Any Roís de Corella, afirmó que están «de luto» por el anuncio de cierre de RTVV ya que «la vertebración y la cultura valenciana será muy difícil a partir de ahora». De hecho, recordó que la AVL ya se pronunció en una declaración institucional que «sigue vigente» en la que advertía de que el panorama que se abre tras la liquidación sería «letal para recuperar el uso social del valenciano».

Por ello, recalcó: «Sigo manteniendo que estamos de luto porque va a cerrar el foco más importante que tenemos y la vertebración será muy difícil a partir de ahora y toda nuestra cultura en valenciano será imposible». «Esto no puede ser recalcó, se tiene que organizar como sea pero se tiene que hacer que eso siga, no sé cómo, eso lo deben ver los técnicos». Así, ha insistido en que desde la AVL se quiere «un órgano como ese, en valenciano y para los valencianos». En ese sentido, preguntado por si es posible que una televisión privada cumpla con esa función, consideró que «es posible», y también subrayó la posibilidad de «valencianizar» Aitana, el centro regional de Televisión Española, y que «emita unas horas al día» programación en valenciano. «No creo que sea necesario hacer Fórmula 1 o cosas raras, sino dedicar toda una función a lo nuestro, que es lo importante. Lo otro se puede tener por las generalistas, pero lo particular nuestro se tiene que hacer en valenciano y desde nosotros», destacó.

La AVL ha manifestado que el cierre de RTVV comportaría que «la percepción social del valenciano entraría en un proceso de recesión que incluso podría percibirse como una lengua residual, con una rentabilidad débil y una proyección nula, sin horizonte ni futuro», augura la institución.