El Consell de Alberto Fabra continúa con graves problemas de liquidez para hacer frente a sus pagos, si bien arrancará el ejercicio de 2014 con un maná de 2.300 millones de euros, una lluvia de millones que el Gobierno central inyectará a la Comunitat Valenciana prácticamente en la precampaña de las europeas de 2014. La Conselleria de Hacienda calcula que entre febrero o marzo el Ministerio de Hacienda hará efectivo los 2.300 millones de euros correspondientes al segundo tramo del plan de proveedores, un mecanismo que, junto al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) se ha convertido en el salvavidas financiero de la Generalitat mientras que el mercado de la deuda permanece cerrado para las comunidades autónomas. En total, la segunda edición del plan de proveedores supondrá una inyección global de 3.171 millones, según los datos del Ministerio de Hacienda, una ayuda que está permitiendo al Consell ir reduciendo la deuda con los distintos colectivos.

Con todo, la «mochila» de las obligaciones pendientes de pago sigue llena cuando faltan apenas dos meses para que entre en vigor la ley de morosidad que prevé sanciones para las Administraciones que no paguen a sus proveedores a 30 días. La ley, cuya letra pequeña todavía está discutiéndose, es otra espada de Damocles que pesa sobre el Consell de Alberto Fabra. La bola de facturas por pagar de ejercicios anteriores es una rémora para que la Conselleria de Hacienda funcione con el contador a cero cuando entre en vigor la citada ley. De ahí que, según ha podido saber este diario, el departamento que dirige Juan Carlos Moragues está negociando con el Gobierno central un nuevo préstamo que permita a la Generalitat financiar el exceso de déficit no autorizado de 2012 y el que se prevé para 2013. Moragues lleva tiempo solicitando a Madrid que le permita cubrir con más deuda el exceso de déficit, máxime ahora que el Tesoro no está teniendo dificultades para colocar la deuda. La conselleria se resiste a cuantificar cuántas facturas por pagar siguen en la mochila, aunque la cifra superará los 3.000 millones de euros. Cabe recordar que en 2012 el déficit se disparó a los 3.610 millones, el 3,69 % del PIB frente al 1,5% permitido. Tampoco la Comunitat Valenciana cumplirá con el 1,6% del PIB autorizado. La incógnita es a cuánto ascenderá este nuevo desfase.

El incumplimiento del objetivo de déficit en 2013 (los datos oficiales aún tardarán meses en conocerse) genera otro problema para Fabra ya que debilita su posición negociadora ante sus compañeros de partido. Cabe recordar que, con la oposición de algunas comunidades del PP, Hacienda concedió a la Generalitat tres décimas más de margen en el déficit de 2013 (1,6% frente al 1,3% que se exige al resto). El Consell mantiene que ha hecho un esfuerzo titánico para reducir gastos y que su problema es de ingresos, fundamentalmente, por un sistema de financiación que castiga históricamente a la Generalitat. Es más, el Consell de Fabra, aunque consciente de que seguirá con el estigma de comunidad incumplidora, tiene previsto librar de nuevo para 2014 la batalla del déficit asimétrico. Este año, el Consejo de Política Fiscal y Financiera del pasado mes de julio acordó un déficit del 1%. Valencia votó que sí pero el conseller Moragues condicionó su voto a una mejora del modelo de financiación en 2014 o en caso de retraso a un compromiso de que se aplicaría con efectos retroactivos. Montoro no ve clara esta petición (de hecho la desechó en su comparencia pública la semana pasada tras la última reunión del CPFF) ni pone fecha para el nuevo modelo de financiación. Ante este escenario el Consell, tiene asumido que tendrá que pelearse de nuevo para que se le de más margen. «Sería ilógico haber peleado por el déficit asimétrico en 2013 y no solicitarlo en 2014 cuando la situación no ha cambiado», comenta un alto cargo del Consell.