La Sindicatura de Comptes acaba de poner en entredicho la contabilidad de la Agencia Valenciana de Fomento y Garantía Agraria, una entidad autónoma dependiente del Consell que maneja al año más de 281 millones de euros. En el extenso informe que el órgano fiscalizador entregó en Les Corts antes de que expirara 2013, se advierte de una irregularidad contable de calado. En concreto, se han constatado movimientos bancarios que no está justificados con posterioridad en las cuentas de la entidad. «La revisión realizada ha puesto de manifiesto la existencia de partidas conciliatorias en una cuenta bancaria de la AVFGA que no están justificadas», reza el documento en una de sus conclusiones generales. Aunque no se explicitan las cantidades que faltan o se han gastado sin justificación „el informe no lo aclara„, los expertos consultados han considerado que son significativas. En caso de ser menores, la Sindicatura no habría puesto tanto énfasis en su informe para que se corrija ese desequilibrio, añaden esas fuentes.

La Sindicatura también ha constatado que ese descuadre en las cuentas no es nuevo, sino que viene arrastrándose desde 2008. Desde entonces, los responsables de la entidad han justificado algunas de esas partidas, pero no han conseguido aclarar todas. «La mayoría de estas partidas proceden de ejercicios anteriores, hasta de 2008, que se arrastran varios años sin aclarar (...) A la fecha de finalización de la fiscalización (octubre de 2013) están pendientes de justificar movimientos de años anteriores», recalca el documento del fiscalizador.

La Agencia Valenciana de Fomento y Garantía Agraria dispone de peso específico en el sector público de la Comunidad. En 2012 contó con un presupuesto de 281,5 millones de euros para ejecutar políticas de fomento agrario. Entre sus fines destacan la tramitación de las líneas de ayudas del Consell en esa materia, provenientes muchas de ellas de fondos europeos. La entidad además tiene delegados varios trabajos de las Consellerias de Agricultura e Infraestructuras: autorizar pagos; controlar la realidad de los hechos que sirven de base a los pagos, de acuerdo con la normativa comunitaria; e iniciar, instruir y resolver pagos indebidos, así como su recaudación en periodo voluntario, según explicita el informe.

La falta de justificación de algunos movimientos contables de la agencia no es el único pero que ha detectado la Sindicatura de Comptes en su informe. También ha enumerado una serie de deficiencias de control interno en el proceso de gestión de la tesorería. Entre ellas, el órgano fiscalizador recuerda que la entidad carece de un servicio propio de intervención. A priori, debe ser su servicio de auditoría interna el que se encargue de velar por que la contabilidad sea precisa y completa. Sin embargo, el documento resalta que durante el curso 2012 „año fiscalizado en el informe„ «no consta que se haya revisado la adecuada contabilización de los documentos contables ni la conformidad de los pagos».