El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, transformó ayer el tibio tono reivindicativo de su Mensaje de Fin de Año en la exigencia al Gobierno de Rajoy para que en este 2014 realice una «aportación extraordinaria» en favor de la Comunidad Valenciana, a fondo perdido, para «compensarla» por la «infrafinanciación» que sufre y que le impide, con las transferencias del Estado, cubrir el gasto en Sanidad y Educación. «Es imposible mantener un año más esta situación. No podemos estar sufriendo un año más una financiación injusta», aseveró, tajante. Para ello, a la espera de cambiar un «modelo injusto» de financiación autonómica y ante la eventualidad de que el nuevo no se aplique hasta 2015, propondrá al Ministerio de Hacienda que este año haya una «fórmula temporal» que permita «al menos a las comunidades que estamos infrafinanciadas» el poder «cubrir las necesidades básicas de los ciudadanos» en «igualdad de condiciones que el resto de españoles». En el caso valenciano, el jefe del Consell señaló que el «desfase» entre lo que recibe del Estado y el gasto educativo y sanitario es de 1.500 millones.

Fabra hizo este anuncio en una comparencia sorpresa tras el pleno del Consell acompañado por el vicepresidente José Císcar para hacer balance de 2013, en la que garantizó que en 2014 «no va a haber más ajustes para los valencianos» porque «los hemos hecho ya todos, y han sido muchos por parte de los ciudadanos, familias, empresas y administración». Pero el gran anuncio fue el de la financiación, aunque su reivindicación implica que el Consell da por perdida la batalla por la aplicación con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2014 del nuevo modelo. El ministro Cristóbal Montoro lo descarta y traslada el nuevo sistema a 2015, y ayer Fabra ni aludió a la retroactividad, a la que el Consell se ha aferrado hasta ahora. El mecanismo que reclama al Gobierno «tiene que ser un instrumento que no nos cueste dinero en el futuro y que no nos endeude más», por lo que «no hablamos del FLA ni del Plan de Pagos», que no son sino préstamos que habrá que devolver a Madrid.

Lograr este «instrumento complementario» que no suponga engordar la deuda y con ello «restar capacidad de futuro» a la Comunitat es su «reto» para este año, en el que se han de aprobar las «bases del nuevo modelo». Pero, enfatizó, la C. Valenciana «no puede esperar hasta 2015». Fabra pidió a Madrid que sea «sensible» con esta situación, ya que «en los últimos diez años ha habido una injusticia de los Gobiernos de España con la Comunitat». No se mordió la lengua: «El actual modelo es de 2009, de la época socialista, pero también en la época Aznar se infrafinanciaba a la Comunitat».

La deuda histórica, después

La situación de la C. Valenciana durante los últimos años es «grave», mientras que «si tuviéramos la misma financiación que otros territorios, tendríamos superávit». Esa infrafinanciación está «camuflando» los esfuerzos de la Generalitat y los valencianos por reducir el déficit y comporta que haya «reglas distintas» para cada territorio en función de si la transferencia estatal cubre los gastos de Sanidad, Educación y políticas sociales. El titular de la Generalitat reiteró que va a seguir reclamando la deuda histórica del Estado, que los expertos cifran en 13.500 millones, «pero habrá que tener en cuenta que el Gobierno tenga capacidad para poderla abordarla». Sin embargo, «la primera batalla», dijo, es el cambio de modelo de financiación, que defendió que ha de ser efectivo en 2014.

En su intervención, Fabra sacó pecho ante las cifras de empleo, subrayando que la valenciana «lidera la reducción del paro en España y es la autonomía donde más empleo se ha creado en el último trimestre de 2013». En concreto, destacó que la minoración de 14.200 parados en diciembre «es la mayor de los últimos 37 años en que existen registros» y la de 22.300 en todo 2013, «el mayor descenso en 13 años». La C. Valenciana, resaltó, «redujo el desempleo en el último trimestre más que en el resto de territorios» y «es la segunda con más altas a la Seguridad Social». A la pregunta de si la caída del paro se debe al descenso de la población, apuntó que «no es una cuestión de menor demografía o no», ya que lo mismo «se da en otros territorios». Para Fabra, estos datos, junto al incremento del turismo, las exportaciones o la creación de empresas, reflejan que «algo sucedió en 2013 para que hubiera un cambio de tendencia; las cosas no pasan por casualidad», dijo en referencia a las reformas del PP.

«El esfuerzo ha valido la pena»

Por eso, tras 2013, un año «muy complicado» en el que han tenido que tomar decisiones «muy difíciles», 2014 será el de la «consolidación y el crecimiento». «Lo peor ya ha pasado y ahora estamos mejor que a principios de 2013; el esfuerzo ha valido la pena», alegó, para criticar que ese esfuezo «no ha sido compartido por otros» que van a «seguir en el perjuicio a la imagen de la Comunitat». A preguntas de los periodistas, Fabra enfatizó que este año no va a haber más ajustes para los valencianos tras dos ejercicios, 2012 y 2013, en los que han estado «necesitados de la aportación de todos». No obstante, apuntó después que aún «habrá temas que corregir» y decisiones «que vayamos a tomar [que] no les gustarán» a determinados colectivos.

A diferencia de otros barones del PP, Fabra cerró filas con el Gobierno en la ley del Aborto. «Soy partidario de basar la ley en los supuestos, como ha hecho el Gobierno, y no en los plazos». No obstante, consideró que «hay que mejorar algunas cuestiones», como «garantizar cómo se tiene que hacer la objeción de conciencia de todos los profesionales sanitarios», e «ir más allá en algunos términos como malformaciones incompatibles con la vida» para «evitar cualquier tipo de interpretaciones luego».