La carrera por explotar el aeropuerto de Castelló es cosa de dos. El órgano encargado de valorar las tres propuestas rechazó ayer la de la valenciana Quartell, al no acreditar su solvencia económica ni técnica. Sí que pasaron el primer corte las ofertas presentadas por la firma canadiense Lavalin y la del grupo en el que se integra Marina d'Or.

El órgano de valoración analizó ayer las tres plicas y entendió que la de la empresa Gestión Inmobiliaria Quartell no cumple con los mínimos exigibles. Por ello, queda apartada del proceso, sin que tenga posibilidad de aportar documentación para subsanar sus lagunas. Este diario ya informó ayer de las dudas que despertaba esta oferta, ya que estaba promovida por un expiloto que ejerció de intermediario con los hispanolibios que quisieron comprar el aeropuerto. La operación no salió adelante porque el misterioso comprador fue incapaz de demostrar su solvencia económica.

Es lo mismo que ha ocurrido ahora con la oferta del grupo Quartell, que guardaba un parecido razonable con la de los libios, ya que ambas proponían convertir el aeropuerto en un centro de carga.

Marina d'Or, sin observaciones

Sí que han cumplido los requisitos exigidos las otras dos ofertas: la de la canadiense SNC-Lavalin Aeroports; y la del consorcio formado por Hoteles Marina d'Or, Airavata SAS, Inmaquip Europa y Gesnaer Consulting SLNE, cuya documentación administrativa se admitió sin observaciones.

Tras el trámite de ayer, el concurso prosigue con las dos propuestas válidas. A mediados de la semana que viene se procederá a la apertura de los sobres con las propuestas técnicas y antes del 15 de enero se abrirán las plicas con la oferta económica. De acuerdo con las previsiones, el contrato podría adjudicarse, tras el preceptivo proceso de evaluación, a finales de enero.

El contrato de gestión, impulsado por la Generalitat, se fija por un periodo de 20 años, durante los cuales la empresa pública Aerocas dotará al adjudicatario con un máximo de 25 millones de euros en total (y 4,5 millones de tope por ejercicio). El Consell sólo pagará al contrastista en los diez primeros años.

Además, el Pliego de Condiciones puntúa que la empresa que se haga con la concesión compense económicamente a la Generalitat si en las próximas dos décadas el aeropuerto de Castelló alcanza la cifra de 1,2 millones de pasajeros anuales.

La empresa ganadora se encargará, además de gestionar el aeródromo, de culminar la fase final de certificación de la infraestructura, en especial los simulacros y comprobaciones técnicas con personal especializado, de conformidad con las exigencias de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA). La puesta en marcha del aeropuerto está prevista para el próximo verano, según recoge el pliego del contrato.