El exconseller de Solidaridad Rafael Blasco acabó ayer por reconocer la relación «amistosa» con el empresario encarcelado por el caso Cooperación, Augusto César Tauroni, tras la presión del fiscal y las evidencias, y se escudó en los técnicos para defenderse de las irregularidades. Blasco, que declaró durante más de siete horas, comenzó el interrogatorio del fiscal negando la relación de amistad con Tauroni. El exconseller, que se enfrenta a 14 años de cárcel, trató de desmontar la acusación del fiscal insistiendo en que no mantenía ningún tipo de relación con el supuesto líder de la trama cuando se concedieron las subvenciones en el año 2008.

El fiscal funda la acusación en que la Conselleria de Solidaridad le concedió dos subvenciones por 1,6 millones de euros a la Fundación Cyes de los que solo llegaron a su destino 43.000 euros por la relación de Tauroni y Blasco. Tauroni supuestamente habría logrado una comisión del 25 % del dinero que debió ser utilizado para proyectos de cooperación en Nicaragua y que supuestamente se empleó en su mayor parte para la compra de cuatro inmuebles en Valencia a nombre de Cyes.

Las subvenciones fueron aprobadas en el verano de 2008 a pesar de la oposición de una de las miembros de la mesa de evaluación del concurso que advirtió al exconseller de que Cyes no cumplía con el requisito de experiencia previa. A pesar de ello, Blasco admitió ayer que quería cerrar el expediente porque la comisión lo había aprobado. «Yo no tenía ningún problema. A mí me daba igual que se lo llevara Cyes o no. Yo me sentí molesto porque teniéndolo firmado la comisión evaluadora ya lo había aprobado esta señora me expuso sus dudas», apuntó el exconseller. Blasco añadió que a él le daban igual las dudas de la funcionaria que cuestionaba la falta de experiencia de Cyes y que lo que le molestaba es que la subvención no se aprobara en la fecha prevista. Esa reunión fue el 31 de julio de 2008.

En ese contexto, el exconseller pidió que le entregaran los expedientes. Esta situación extraña a la Fiscalía que considera que no es normal que un conseller se dedique a revisar unos expedientes cuestionados en el inicio de las vacaciones de verano. Blasco aseguró: «Yo no me iba de vacaciones. Pedí los expedientes para aprender» y después admitió que fue una tontería. «Subieron los expedientes y ni los abrí», apuntó.

El exdirigente popular aseguró que no sabe si Tauroni obtuvo un 25 % de la subvención como comisión. «Yo ni lo sabía ni lo puedo atestiguar. Nadie me habló de esto. Yo no sabía ni que existía Arcmed la empresa de Tauroni que supuestamente facturó por trabajos no realizados», sentenció.

El caso lo destapó la diputada socialista Clara Tirado en octubre de 2010. En ese momento, según el fiscal, la conselleria supuestamente elaboró un informe falso para desmontar la acusación. El documento fue entregado a la Fiscalía, que descubrió el engaño. El exconseller insistió en que no presionó a nadie para que se hiciera ese documento. «Yo no tengo nada que ver con eso», insistió. «Yo lo que dije es que había que revisar el expediente, pero no indiqué que se quedara fuera lo de los pisos. Nadie me dijo que se había destinado el dinero a los pisos. Cuando salió en prensa yo no me lo creía».

Blasco insistió en que comenzó a relacionarse con Tauroni a raíz de las informaciones de octubre de 2010 que destaparon el escándalo. El fiscal le preguntó por qué envió a Tauroni varios correos electrónicos con informaciones relativas a los proyectos de Nicaragua. «Era una situación de intranquilidad y de excepción» por las informaciones en prensa, aseguró. «Lo hacía con casi todos los dirigentes de ONG», añadió. Después matizó sus declaraciones y aseguró que los correos los enviaba su secretaria. «Yo no sé mandar correos electrónicos. En mi vida he mandado uno. Lo enviaría mi secretaria», sentenció.

«De peores hemos salido»

El exconseller acabó reconociendo su relación «amistosa» con Tauroni cuando el fiscal pidió que la sala escuchara las intervenciones telefónicas. En una de las conversaciones grabadas el 8 de junio de 2011 cuando la Fiscalía ya investigaba el casoBlasco le dijo a Tauroni: «Lo importante es resistir y mantener el tipo». Blasco mantuvo que fue una conversación intrascendente en un momento en el que estaba a punto de dejar de formar parte del Consell. «¿Sigue negando la relación de amistad?», inquirió el fiscal. En ese momento, Blasco admitió que era «una relación amistosa», pero incidió en que «amigo personal no es. Yo no conozco a su familia ni hemos quedado en nuestras casas. El 21 de junio, cuando se confirmó la salida de Blasco del Consell, Tauroni le envió el siguiente SMS: «Ánimo, que de situaciones peores hemos salido. Coca Cola cuando puedas».

El exconseller sí que contestó a la acusación popular, que ejerce Antonio Penadés. Blasco insistió en que cuando salieron las primeras informaciones sobre el desvío de fondos el creía que todo era falso. «En el año 2010, yo corazón de buen alma, di por buena la tramitación del expediente. En ningún momento nadie de la conselleria me manifestó que hubiera irregularidades. Yo no me lo creía».

El exresponsable de la conselleria señaló que tampoco tuvo conocimiento de la becaria que viajó a Nicaragua para comprobar el desarrollo de los trabajos y que descubrió el fraude. La becaria comprobó que solo habían llegado 43.000 euros de las dos subvenciones de 1,6 millones. «Yo no conocía el informe. No sé si está en el expediente, pero la jefa de la becaria tampoco me alertó».