El grupo de presión Ferrmed, creado en 2004 para defender la creación de un gran eje ferroviario europeo desde Algeciras hasta Escandinavia, lanzó ayer varios órdagos al Ministerio de Fomento sobre el corredor mediterráneo. La asociación urge al departamento que dirige Ana Pastor para que asigne «en 2013 o 2014, como mucho, los 800 millones de euros» que restan para ejecutar a tiempo las obras que permitirán reconvertir el actual corredor mediterráneo de vías de ancho ibérico (1,668 metros) al ancho europeo (1,435 metros). El eje mediterráneo será el conejillo de indias en el que convivirán tramos con los dos tipos de ancho, gracias al tercer hilo o tercer carril, para permitir la circulación de todo tipo de trenes (excepto en el Vandellós-Tarragona dónde sólo podrán circular los de ancho europeo). «Queremos constatar que esto se pueda hacer en el poco plazo que nos queda. La situación de las obras no está clara porque aún no se ha movido ni una traviesa del tercer carril», aseguró el secretario general de Ferrmed, Joan Amorós.

Ferrmed también mostró sus dudas sobre las condiciones técnicas en las que podrán circular los trenes de pasajeros en el remodelado corredor mediterráneo (las mercancías no necesitan velocidad, sino regularidad). «Paradójicamente, la puesta en marcha del tercer carril puede obligar a que los trenes de pasajeros circulen más lento. Queremos saber a qué velocidad circularán los trenes», sostuvo Amorós. Una afirmación que apuntaló el especialista ferroviario del Colegio de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana, Francisco García Calvo, «el tercer carril no permite funcionar con bloqueo automático de circuitos de vía (un sistema que impide a dos trenes ocupar un mismo tramo de vía o cantón) sino que funcionará con el sistema de contador de ejes (más sencillo y que cuenta las ruedas o ejes que entran en un tramo de vía e impide ocuparlo hasta que salen de él)». A este distinto sistema de «detección del tren» se sumarán los problemas que se han planteado a los técnicos por la convivencia de los dos tipos de ancho: los aparatos de vía (que permiten cruces de trenes, ramificaciones de las vías o cambiar el ancho de los tramos) que se instalarán en el tramo Valencia Castelló y que también penalizan la velocidad de los trenes ya que, según confirman varios técnicos ferroviarios, «limitan la velocidad de paso a 80 kilómetros por hora en línea recta y 60 km/h en curva». O la convivencia de balizas de frenado en un mismo trazado parae el ancho europeo y el ibérico.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), la empresa pública que depende de Fomento y responsable de las obras, se supone que ya tiene estos problemas técnicos solucionados, aunque aún no han explicado oficialmente cómo se va a afrontar el reto de convertir el corredor mediterráneo en el primer eje ferroviario de España en el que convivirán dos anchos y todo tipo de trenes.

Otra de las peticiones que Ferrmed (formado por 145 miembros como la Ford, los puertos, las cámaras de comercio y los ayuntamientos) trasladará a Fomento el 31 de enero que instale el tercer carril en el tramo Castelló-Tarragona para que los trenes de mercancías de ancho ibérico puedan seguir circulando por el corredor mediterráneo y que no se cree una «isla de ancho europeo» en el eje, que impediría a los operadores ferroviarios circular a menos que modifiquen el ancho de sus vagones y locomotoras.