De setenta y muchos a veinte y pocos. Las mujeres volvieron ayer a tomar la Plaza de la Virgen de Valencia para reivindicar lo que ya gritaban hace treinta años en las manifestaciones a favor del aborto: que fuera libre y gratuito. «Nosaltres parim, nosaltres decidim» volvió a escucharse ayer, como si la plaza de la Virgen fuera un «dejà vu» de treinta años atrás, cuando el Movimiento Feminista reclamaba en el mismo escenario urbano el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo.

Lo mismo, las mismas proclamas y pancartas, aunque esta vez algunas mujeres acudieron a la concentración de protesta contra la nueva ley del ministro de Justicia, Alberto Gallardón, con maletas y letreros que hablaban del futuro en pasado, «Acompañé a mi sobrina a abortar a Londres», un presagio de lo que podría ocurrir de seguir adelante lo que ya se conoce como la «contrarreforma» de la ley del aborto.

Pilar, Isabel y Carmen del colectivo Antígona, con más de 70 años, luchadoras de barrio y feministas, se retrasaron un poco porque también habían asistido a otra concentración, la que exige el cierre del CIES de Zapadores que se celebra el último martes de mes. «Esto refiriéndose al nuevo texto legal del aborto es contra todos y contra todas; no nos vamos a jubilar de la protesta», asentían las tres.

«Es una vergüenza (la reforma), es un abuso de poder, porque después de tanto esfuerzo y con todo lo que hemos peleado durante tantos años por los derechos de las mujeres y de la clase obrera, ahora estamos perdiendo muchos de esos derechos por culpa de esta crisis, que no es una crisis sino una estafa», afirmaba Isabel vestida con su gorro y su bufanda violeta y feminista.

Encina García, la portavoz del Movimiento que cada 28 de mes organiza esta concentración a favor de la ley de plazos que ya había afirmaba que la dimisión del consejero de Sanidad de Madrid, Lasquetty, ha demostrado que «todo es posible»

«Manifestarse sirve, hacer huelga sirve y protestar en la calle, ¡claro que sirve!», resaltaba la feminista que destacó que «la movilización continuada da sus frutos» y que hay que salir a la calle, «porque no todo está en Facebook», como si su comentario hubiera sido oído con antelación, con lleno en la plaza y gritos de hace 30 años.