En tan solo una semana, dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Valencia han puesto patas arriba dos de las oposiciones más concurridas en el campo de la Sanidad de los últimos años. En concreto, más de mil plazas quedan ahora pendientes de una solución, ya que los magistrados de la sección número 2 de la sala de lo contencioso-administrativo han confirmado la suspensión de la segunda prueba del concurso público de enfermería por irregularidades en la primera fase y, casi al mismo tiempo, en un caso paralelo, han estimado el recurso de un aspirante a celador que impugnó el examen celebrado en 2009.

En aquella prueba de hace ahora cinco años, el tribunal de la oposición decidió anular las preguntas número 12, 40, 41, 50, 52 y 60, y decidió no sustituirlas por las cuestiones de reserva, como en su día informó Levante-EMV. Los responsables de aquella prueba convocada por la Conselleria de Sanidad rectificaron los criterios para superar el examen tras constatar que no se cubrían las 675 plazas ofertadas. De este modo rebajaron la nota de corte de 40 respuestas a 27.

Fuentes de la Conselleria de Sanidad informaron en su momento de que con los nuevos criterios lograron superar la primera prueba de la oposición 726 aspirantes de los 9.500 que se presentaron el 30 de noviembre de aquel 2009. A pesar de la rebaja, los sindicatos destacaron que solo consiguieron superar la prueba un 8,3 % de los aspirantes presentados.

El recurso que ahora se ha estimado es resultado de la petición de impugnación que el aspirante realizó ese mismo año. Por lo tanto, la Agencia Valenciana de Salud puede o bien interponer recurso en los próximos diez días o bien aceptar la impugnación del afectado, que pide que se anule la primera prueba.

Futuro incierto

Fuentes de la conselleria consultadas por este periódico explicaron que deben ser ahora los servicios de abogacía de la Generalitat quienes determinen el alcance de la sentencia del TSJ y decidir posteriores acciones. Con todo, no pudieron adelantar si aquellas oposiciones se van a volver a realizar ni qué ocurrirá con los ocupantes de esas 675 plazas.

Pero aquella no fue la única mácula que se encontró en esas multitudinarias oposiciones. Los sindicatos CSI-CSIF, CC OO y UGT llevaban más de un mes reclamando la anulación de las preguntas al entender que estaban fuera del temario. Casi todas las cuestiones eran de carácter legislativo y muy complejas a pesar de que no se requiere ni el graduado escolar para optar al puesto de celador. El examen estaba compuesto por sesenta preguntas a contestar en una hora y casi todas sobre leyes.

Por otra parte, puede que los 16.081 aspirantes a una de las 500 plazas para trabajar como enfermero en un centro de la Conselleria de Sanidad,a razón de 32 competidores por oferta, tengan que repetir las pruebas. Y es que, como ya publicó este diario, el TSJ ha rechazado la petición de la Conselleria de reactivar la oferta de empleo de enfermería después de que también se rebajara la norta de corte.

Ambas convocatorias reunían a más de 25.500 aspirantes para más de mil plazas. En el caso de los celadores se traduce en que 675 sí obtuvieron un puesto de trabajo fijo que en estos momentos ven peligrar.