La Conselleria de Educación contraprogramó la concentración de ayer ante el palau de Generalitat de padres, alumnos y maestros contra la eliminación de 187 aulas de Infantil de 3 años en la escuela pública para el próximo curso. Lo hizo anunciando una rectificación en el plan de recorte de unidades. El departamento de la consellera Mª José Català informó horas antes de la protesta de que, tras estimar las alegaciones de los consejos escolares, indultará a 33 de estas unidades.

La marcha atrás parcial de Català llega tras movilizaciones educativas en los colegios afectados, a las que hay que sumar la presión política ejercida por alcaldes, tanto del PP como de la oposición, que han protestado por los recortes en las escuelas de sus municipios. Así pues, finalmente en Infantil se van eliminar 154 aulas. El balance entre 60 nuevas unidades que se crearán en los colegios con mayor demanda y las que se van a eliminar arroja un saldo negativo de 94 aulas menos.

La propuesta de arreglo escolar para el curso 2014/2015 que anuncio ayer Educación salva también de la desaparición a 16 unidades de Primaria, pues las 86 que se iban a eliminar se quedan en 70. En este caso el balance final es positivo en 124 unidades, pues se crean más (194) de las que se eliminan (70).

Català justifica la merma de aulas de Infantil por la caída de la natalidad: «este curso el número de alumnos de 3 a 5 años en centros públicos ha disminuido en 6.000 con respecto al anterior, encadenando así varios años de descenso».

«Desde la Generalitat tenemos que hacer una programación educativa acorde a las necesidades de cada colegio y de cada municipio, dado que sería muy injusto que en que en aquellos que ha habido un incremento de natalidad no los dotáramos de recursos suficientes, del mismo modo que sería igual de injusto sobredimensionar la plantilla donde haya un descenso de alumnado», argumenta.

Dependerá de la admisión

No obstante, la consellera advierte de que esta planificación no es firme pues «todo dependerá del número de niños de 3 años que accedan a los centros» en el proceso de admisión. Además de criterios demográficos, en la supresión de aulas también influyen aspectos económicos. Así lo dejó entrever Català al reclamar al Estado «un nuevo modelo de financiación autonómico para hacer frente a la inversión educativa». «Debido a la falta de financiación estatal que sufrimos, la Generalitat ha realizado un gran esfuerzo económico para mantener la misma calidad de sistema educativo», aseveró.

Fuentes de conselleria, que negaron que el anuncio de estimación de alegaciones se adelantará coincidiendo con la concentración de la Plataforma en Defensa de l'Ensenyament Públic, criticaron que la manifestación se hiciera sin conocer la resolución del arreglo escolar.

Alrededor de un millar de maestros y padres con sus hijos acudieron a la protesta ante el Palau de la Generalitat al grito de «¡Fabra dimisión!» y «¡Sí se puede!». La presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de la provincia de Valencia, Eva Grimaltos, que no entró a valorar el anuncio de Educación al no haber sido comunicado oficialmente a los centros afectados, denunció que cerrar aulas de Infantil 3 años «es querer arrancar de raíz la enseñanza pública y abrir, más si cabe, la puerta a la privatización».

Los tres sindicatos docentes presentes en la plataforma el Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament (Stepv), la Federació d'Ensenyament de CC OO y la Federació de Treballadors de l'Ensenyament (FETE) de la UGT coincidieron en atribuir el 95 % de la eliminación de aulas en Infantil al aumento de ratio a 30 niños por clase y al distrito único. Desde el Stepv, Marc Candela, se felicitó del indulto de unidades: «toda recuperación es una ganancia para la escuela pública». Candela reta a Català a informar de «la demanda de Infantil en la concertada, o ¿es que la caída de la natalidad no le afecta?». Los convocantes reclaman conocer el nombre de los colegios que salvarán sus aulas, dato que Educación facilitará en próximos días.