El conseller de Sanidad, Manuel Llombart, tranquilizó ayer a los 650 celadores que obtuvieron su plaza en el último concurso-oposición al asegurar que, «pueden estar absolutamente tranquilos porque sus plazas no corren ningún peligro».

El responsable sanitario declaró que la sentencia del Tribunal Supremo no refiere ningún tipo de acción retroactiva, «con lo cual destacó, ellos tienen la plaza asegurada».

Llombart agregó que la Conselleria de Sanidad tendrá que seguir lo que el fallo judicial dicte en el caso de los once recurrentes, a quienes se les ha dado algún tipo de razón en la sentencia.

«Nosotros tendríamos que llevar a cabo lo que el magistrado haya dictado en la sentencia, pero los 650 opositores que aprobaron en el año 2009 ese concurso-oposición tienen su plaza asegurada y el fallo no tiene ningún tipo de repercusión para ellos».

Las palabras del conseller tranquilizaron a los 650 empleados que hace tres años y medio fueron nombrados oficialmente titulares de una plaza de celador en las instituciones sanitarias, tras aprobar el polémico ejercicio el primero que ha generado una incómoda situación para la Administración sanitaria, al ratificar el Tribunal Supremo una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la C. Valenciana que da la razón a cinco opositores disconformes con las resoluciones que el 13 de mayo de 2009 dictó el Director general de Recursos Humanos de la conselleria y presidente del tribunal examinador, Francisco Soriano, que los dejaba fuera del listado de aprobados a pesar de los fallos que el tribunal hizo, al suspender seis preguntas y no reemplazarlas por otras de reserva lo que fue un incumplimiento de la propia base de la convocatoria.

Representantes de los recurrentes declararon ayer que el viernes darán a conocer la propuesta que se hará a la conselleria que contemplará la rebaremación de los ejercicios y la convocatoria de una oferta especial para celadores.