Los manifiestos de las dos organizaciones convocantes de la huelga estudiantil, el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC) y la Assemblea Interuniversitaria, coinciden en enmarcar la protesta de ayer «dentro de la lucha anticapitalista» y «contra las agresiones a la lengua catalana». La jornada de paro, que el SEPC lanzó al unísono en la C. Valenciana, Cataluña e Illes Balears, es también «una respuesta contra la catalanofobia y la progresiva españolización de la enseñanza en todos los niveles», así como «a los intentos de anular la existencia inevitable de los Països Catalans». Desde la Assemblea se denuncia también «la elitización y privatización» de la universidad, exigiendo la abolición de las tasas y que los bancos y empresas «dejen de imponer sus intereses a las universidades». El Bloc d'Estudiants Agermanats (BEA) participó en la manifestación bajo la pancarta «Violencia es atacar la universidad».