La Policía de la Generalitat intervino ayer una tonelada de cobre de procedencia ilícita que estaba en poder de una empresa dedicada a la recuperación de metales en la ciudad de Valencia. Además, la persona que vendió todo este cobre al taller ha quedado imputada.

Según un comunicado de la Policía, los agentes del grupo de Medio Ambiente hallaron unos 1.200 kilos de cobre en una inspección a la empresa junto a 32 vallas de hierro con el cartel del Ayuntamiento de Valencia y los inmovilizaron para aclarar su dudoso origen.

Los agentes no pudieron establecer el origen de 997 kilos de cable grueso continuo y troceado y, tras realizar una minuciosa investigación, lograron comprobar que existían indicios de procedencia ilícita del material.

Con todo ello, la policía identificó a la persona que había vendido el cobre a la empresa y le tomaron declaración en calidad de imputada, tras lo cual remitieron las diligencias a Autoridad Judicial y decomisaron el cobre.

Por su alto precio, algunos metales, como es el caso del cobre, no se consideran materiales de deshecho y disponen de un protocolo particular para su retirada y su posterior reciclaje, tal como recordaron ayer desde la policía.