El secretario general del PSPV, Ximo Puig, criticó ayer el «modus operandi» seguido por el PSOE para la confección de las listas a las elecciones europeas que se celebrarán el próximo 25 de mayo —que definió como «manifiestamente mejorable»— pidiendo más peso para las federaciones territoriales, un cambio de criterios y una visión global del proceso. «Deberían escucharse todas las sensibilidades creadas entorno a la candidatura de un partido tan grande como el PSOE», manifestó ayer e Levante-EMV.

«Yo me he visto obligado a batallar hasta el final, he sudado la cuota valenciana y no debería haber tenido que ser así. Se tendría que haber trabajado de otra manera, con una visión más global. Sin embargo, el resultado final ha sido muy positivo para nosotros. Bien está lo que bien acaba», comentó también a este periódico el que será el candidato socialista a la Generalitat en los próximos comicios autonómicos.

A su vez, el portavoz del PSPV expresó que «si se hubiera actuado de otra manera, nos habríamos ahorrado tensiones territoriales que no conducen a nada».

En el fondo del asunto se encuentran las fricciones mantenidas entre Blanquerías y Ferraz durante toda esta semana para «colocar» a los representantes de la Comunitat Valenciana en la candidatura que encabeza Elena Valenciano.

La primera opción del equipo de Puig era Ángel Luna, que iba a ser relegado al número 18 —con muy escasas posibilidades de ser eurodiputado, ya que las encuestas del PSOE apuntan a un resultado de un máximo de entre 15 y 18 escaños— al tratarse de una lista paritaria. Esta situación fue considerada como «insultante» dentro del PSPV, al ser la valenciana la tercera federación con más peso en toda España. A su vez, tampoco querían arriesgarse a la posibilidad de no contar con un portavoz valenciano en la UE.

Una elección femenina obligada

Desde Madrid defendieron entonces que una designación femenina por parte de Blanquerías iba a ser mucho mejor recibida, al tratarse de una lista cremallera. Gracias a este argumento, entró en juego el nombre de Inmaculada Rodríguez Piñero, cercana a Alfredo Pérez Rubalcaba. Fuentes del entorno de Ximo Puig explicaron que Piñero «siempre fue una alternativa para nosotros. Es muy necesario tener una voz propia de la Comunitat Valenciana en Europa y el puesto final en la lista es más que digno».

Piñero iba a ocupar el noveno lugar de la candidatura socialista para el 25-M, aunque una negociación final entre Madrid y Valencia consiguió que subiera dos escalones, alcanzando el séptimo puesto. Precede en la lista a Enrique Guerrero, representante de la ejecutiva de Madrid y con fuertes raíces familiares en Carcaixent, que fue definido ayer como una persona «cercana» al actual líder del PSPV.

De hecho, fuentes del PSPV confirmaron que el número 8 de la lista a las europeas actuó de enlace durante la última visita de Ximo Puig a Estrasburgo.

El secretario general apuntó que «ganaremos peso específico en Bruselas con estos dos eurodiputados. Es cierto que antes teníamos tres representantes, pero se debía a la ampliación de parlamentarios que ha habido durante el actual mandato».

Desde el PSPV esgrimieron que «más allá de las razones románticas, la verdad es que tener a alguien cercano en la Unión Europea es muy necesario. Cuando ocurren casos como el accidente del Metro o se debate sobre las subvenciones al campo contar con alguien cercano es clave».

Piñero —y Guerrero en segundo plano— serán ahora las voces valencianas en la eurocámara.

En el camino se han quedado Andrés Perelló —que además de poder dar voz a la Comunitat Valenciana también era el candidato escogido por la corriente Izquierda Socialista (IS)—, Vicent Garcés —que había comentando sus intenciones de no repetir mandato en Bruselas— y Josefa Andrés. Estos tres eurodiputados han representado los intereses valencianos en Bruselas durante el último lustro. Ninguno repite.

El secretario general del PSPV reconoció que tanto Andrés Perelló como Josefa Andrés formaban parte de sus apuestas iniciales, por lo que la decisión de no contar con ellos no se ha tomado en Blanquerías. A su vez, declaró que «Izquierda Socialista se merecía representación en las listas a Europa, eso está claro. Sin embargo, la elección se ha realizado siguendo otras prioridades».

Aplausos por las primarias

Los miembros del comité federal del PSOE reconocieron a puerta cerrada el triunfo de Ximo Puig en las primeras abiertas, aplaudiendo al líder de los socialistas valencianos a su llegada.

Consultado sobre una posible utilización de este sistema en una candidatura a Europa, el secretario general del PSPV apuntó que «el PSOE es un partido muy grande, que llega a toda España. Habría sido un poco complicado trasladar este proceso, ya que en nuestro caso se escogía a un cargo electo, no a una lista entera».

Aunque descartó en parte una posible utilización de las primarias abiertas para Europa, no hizo lo mismo en clave nacional. El secretario general del PSPV aventuró que «si se hacen las cosas correctamente, las primarias abiertas en toda España van a ser un éxito». Por último, comunicó que «lo que debemos hacer es trabajar para que los ciudadanos crean en nosotros. Debemos ayudar a que decidan tomar la palabra. La única salida de la democracia es apostar por más democracia. No hay que tener miedo. Hemos demostrado que se puede hacer».

Menos problemas que nunca para Patxi López

Algunos de los otros barones territoriales del PSOE no se mostraron tan críticos como Puig. Preguntado por estos problemas en la elaboración de la lista, el secretario general del PSE, Patxi López, defendió que «se ha hecho razonablemente bien» y aseguró que en esta ocasión «ha habido menos tensiones que nunca». «Siempre hay apetencias territoriales, pero el proceso se ha resuelto razonablemente bien», expuso el líder de los socialistas vascos. En la misma línea se movió el secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que apuntó que las tensiones que ha habido durante el proceso son «las normales, las habituales» y recalcó que «todo el mundo se puede sentir razonablemente representado». Por último, García-Page apostilló, en tono de broma, que «hace tiempo que el PSOE usamos la epidural».

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