Ya asentado en las Corts, en 2011, el nacionalismo de raíz fusteriana abrió la puerta del Congreso y convirtió a Joan Baldoví en diputado. Salvo sorpresa mayúscula, Jordi Sebastià protagonizará otro hito y será el primer eurodiputado valencianista de izquierdas elegido directamente. Morera ocupó escaño en Bruselas unos meses en 1999 en virtud del pacto con CiU y al correr la lista. El alcalde de Burjassot ha sido consagrado como cartel electoral en las primarias abiertas de Compromís al lograr en torno al 48% del voto, cuando se había escrutado el 40% de los sufragios.

Sebastià arrasaba con 2.207 apoyos, frente a los 752 (16%) de la concejala de Paiporta Isabel Martín (de Gent de Compromís, el sector no adscrito a ninguno de los partidos socios), los 711 (15%) de Enric Bataller, de Iniciativa; los 648 (14%) de Julià Àlvaro, de Els Verds, y frente a las 296 papeletas del independiente Pedro Sánchez. En ese recuento se computaba el 39% de los votos emitidos por internet, una modalidad que convierte en inéditas estas primarias.

La participación rondó el 65% de los 11.756 con derecho a voto entre afiliados y simpatizantes. Pese a que al cierre de esta edición todavía faltaba más de la mitad del recuento, que se seguía en tiempo real en el Centre Octubre, de Valencia, se daba por hecha la victoria de Sebastià. Se cumplió el guión y ganó el alcalde de Burjassot, que el 7 de junio cederá la vara de mando al socialista Rafa García en cumplimiento del pacto. La hegemonía del Bloc partido en el que milita desde hace exactamente 20 años en la coalición Compromís, su popularidad y proyección pública como alcalde de la resistencia contra los ataques de la extrema derecha a la figura de Vicent Andrés Estellés, el «fill del forner» y vecino más ilustre del pueblo, han sido elementos claves en la victoria. El propio Sebastià bromeaba con el hecho de que estaba «marcado como el candidato del aparato», a la vez que reconocía con generosidad que su «repercusión pública como alcalde y la notoriedad que eso da» han sido importantes en su victoria. El candidato en las europeas subrayaba que ahora es clave mantener «el ritmo» y la «movilización» lograda en este proceso, algo insólito, dijo, en unas europeas. Pero sobre todo,«hay que atar una buena alianza». Mandó un recado a Equo, su socio, al subrayar que ha de «demostrar» que tiene fuerza electoral y es capaz «como dice, de captar el voto descontento» en España.