Es difícil imaginarlos todos juntos: 8.221 órganos trasplantados en la Comunitat Valenciana desde que en 1979, hace ahora 35 años, empezó la era de los trasplantes de órganos sólidos. Arrancó con el trasplante de riñón de un donante vivo el 9 de abril de 1979 en el infantil de La Fe, aunque la verdadera prueba de fuego tuvo lugar diez meses después con el primer trasplante renal de adulto con donante cadáver. «Fue todo un acontecimiento», rememora María Vicenta Nadal Ortuño. El paciente trasplantado fue trasladado a una habitación, la 643 de La Fe, que tuvo que ser adaptada para que entrase la máquina de diálisis. «Durante los tres meses que duró el ingreso el paciente sólo salió una vez de su cuarto para ir desde la 6ª planta del Hospital General hasta el servicio de Medicina Nuclear, en el sótano del mismo edificio, acompañado por un séquito de personas y por un artefacto desinfectador que olía a demonios e irritaba los ojos. Aquella procesión fue toda una odisea que hoy cuesta imaginar», cuenta la sanitaria Nadal Ortuño. Es imposible omitir una anécdota de aquel acontecimiento médico que dirigieron los urólogos A. Tramoyeres (padre), A. Tramoyeres (hijo) y F. Pastor. Como el paciente era presidente de una falla, el día de San José acudieron los falleros de su comisión con la banda de música, se pusieron en un lugar del jardín visible desde su cuarto y allí tocaron Valencia y El fallero para que el trasplantado, que llevaba tanto tiempo aislado, los pudiera escuchar lleno de emoción.

Así se inició una senda creciente repleta de hitos. En los años ochenta comenzó el programa de trasplante cardiaco, en la década de los noventa el hepático y el pulmonar, y ya en el siglo XXI el trasplante de páncreas y de tejidos compuestos. Los datos recopilados por este periódico asombran: en los últimos 35 años se cuentan 8.221 órganos trasplantados en los hospitales valencianos. Más de la mitad, 4.803, son trasplantes de un riñón. Los trasplantes de hígado ascienden a 2.068. Los cardiacos llegan a 687 y los pulmonares, a 437. Éstos son los principales. Y las cifras asombran: de los cuatro trasplantes de riñón en aquel 1979 se ha pasado a los 226 de 2013, un año en que se alcanzó el récord de 410 trasplantes de órganos realizados en la Comunitat Valenciana gracias a 180 donantes: 171 fallecidos y nueve vivos.

Donde más donantes se lograron fue en Alicante (94). Carlos de Santiago, coordinador de la Unidad de Trasplantes del Hospital General Universitario de Alicante, explica parte del éxito. «Tras comunicar la muerte a los familiares con respeto, sensibilidad y de forma gradual, se les da un alivio emocional y, cuando ya han controlado la situación, se les plantea la opción de la donación de órganos». En un 94 % de casos la respuesta es favorable. Y hay un hecho extraordinario: registran numerosos donantes extranjeros, de 31 países, y no es fruto de la casualidad. «Preparamos a personas del hospital para evitar la barrera idiomática y cultural en estos casos. Una persona que habla inglés, francés, alemán e italiano perfectamente hace la petición a las familias. Una persona de Rumanía se encarga de los rumanos. Y otra trabajadora ucraniana que habla ruso se encarga de los habitantes de aquel país». Así, paso a paso y con imaginación y esfuerzo, se ha logrado el éxito de los trasplantes del sistema valenciano.